El resultado es la parte fundamental del juego, pero si es Anguila el rival, no basta ganar, la predicción es causar un tsunami en esa pequeña isla. Ya se conocen, no hay misterios del Caribe, solamente una selección con la esperanza de llegar más allá de donde sus facultades se lo permitan a base de sorpresas, llamada Nicaragua, ante un equipo burdo, sin clase, ni ritmo, pero con la inocencia de jugar futbol como único desestresante del sol, la playa y arena: Anguila.
Nicaragua podrá contar con todos sus jugadores, Luis Manuel Galeano arribó la mañana de ayer a la isla caribeña para unirse a los integrantes de la Azul y Blanco, sin embargo no sería titular. “Hoy mismo Galeano no está con el ritmo de los otros jugadores en el acondicionamiento físico y táctico. Son tres sesiones que no pudo trabajar con el resto del equipo, y dos días de retraso”, señaló el técnico Henry Duarte.
Aunque pareciera un momento oportuno para darle cabida a los jugadores no titulares, las palabras de Duarte fueron claras, como una eminencia en busca de la perfección de un país discreto. “No me puedo dar el lujo de sentar a mi plantel titular cuando no hemos jugado juntos mucho tiempo”, afirmó.
EN ANGUILA
Según la Federación Nicaragüense de Futbol, hoy se entrenará a las 7:00 a.m. y 4:30 p.m. Mañana, día del encuentro, se tiene previsto ejercicios de activación a las 7:00 a.m. y el lunes 30, entrenamiento regenerativo a las 9:00 a.m.
La delegación pinolera viaja a Nicaragua con todos los integrantes el martes 31 de marzo.
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