Para conocer los océanos que bordean las costas de Nicaragua ir a la playa no es suficiente: se debe viajar bajo el agua. Esto solamente se puede lograr buceando, ya sea a poca profundidad (snorkel) o más al fondo del mar (con sistema autónomo de respiración); la práctica promete toda una aventura de ejercicio, compañerismo y emoción. Y eso es solo el inicio.
Se puede bucear en cavernas y en altitud. Se puede hacer videos y fotos, en varios niveles, por la noche, por las mañanas, por las tardes, todo bajo el mar.
Es posible apreciar la naturaleza subacuática, aprender a identificar peces, especies de corales y arrecifes y también aprender rescate de personas. Lo mejor de todo es que para bucear solo se necesita saber nadar y flotar, lo básico. Al menos en los primeros niveles.
De acuerdo con Fabio Buitrago, quien tiene cinco años de haber fundado la única escuela de buceo certificada en el Pacífico nicaragüense, los paraísos subacuáticos están por todos lados.
En agua dulce, por ejemplo, se pueden ver en la Laguna de Apoyo y la laguna de Xiloá y en el mar toda la costa de Rivas, principalmente las aguas de Tola y San Juan del Sur están poblados de panoramas marinos que vale la pena visitar.
Al otro lado de la costa, en el Atlántico, es posible admirar con mayor claridad el fondo del océano y los mejores sitios para hacerlo están en los Cayos Miskitos, Corn Island y Little Corn Island.
Además del territorio recuperado de Colombia, “que deberíamos visitar ya para explotar el potencial que tiene Nicaragua como destino de buceo”, menciona Buitrago, quien además ya ha certificado a más de quinientas personas en su academia, la mayoría nacionales.
CUÁNDO IR
Para sacarle mayor provecho a la práctica es necesario tener en cuenta las fechas del calendario, pues en ciertas temporadas bajo el agua se presentan maravillosos espectáculos.
En los primeros cuatro meses del año, por ejemplo, se pueden observar ballenas, sardinas y delfines nadando en las profundidades.
A partir de septiembre muchas personas viajan al mar para observar el desove y anidación de tortugas, pero unos meses antes, entre julio y agosto, la función es submarina: “Millones de tortugas nadando, apareándose, saltando, viviendo”.
Cuando empiezan las lluvias, de julio a agosto, las aguas del mar se tornan más claras y los océanos nicaragüenses reciben la visita de mantarayas, tiburones ballenas y otros animales grandes cerca de la costa.
Y en el resto del año están siempre los arrecifes de coral, con anémonas, ostras, camarones, moluscos y más.
TOME NOTA
Dive Nicaragua es una de las escuelas en las que puede aprender a bucear en el país, la oficina en Managua está ubicada en Altamira, frente a la iglesia San Agustín. Los precios van desde los 70 dólares más impuesto, para buzos con experiencia intermedia, hasta US 300 para el curso inicial.
Otras escuelas certificadas son Dolphin Dive en Corn Island y Dive Little Corn, en Little Corn Island.
Para el buceo hay una edad mínima, pero no una edad límite, puede hacerlo cualquiera sin impedimentos médicos.
Las profundidades varían con la edad y van desde los 12 metros hasta los 40, para los profesionales. Se debe bucear por un período no mayor a dos horas, dentro de un perímetro definido. Bajo el agua los sonidos se reducen, puede aprovechar este silencio como un momento de relajación. Esto le puede ayudar a reducir la ansiedad o el estrés. Puede hacer juegos de búsqueda y recuperación con sus hijos.
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