Costa Rica empezó a cerrar hoy un caño abierto por Nicaragua en un humedal ubicado en la desembocadura del río San Juan, como parte de las labores de dragado de este cauce. El cierre consiste en la construcción de diques para evitar que eventuales crecidas del río nicaragüense rompan la porción de playa que separa el caño artificial del Mar Caribe, lo cual podría ser un daño ambiental irreparable, a juicio de los ticos.
Según la cancillería de Costa Rica, “luego de concluir las acciones de preparación logística y dar previo aviso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), a la Secretaría de la Convención de Ramsar, y al Gobierno de Nicaragua”, ambientalistas ticos iniciaron el cierre del “caño artificial construido por Nicaragua en el sector norte de Isla Portillos”, como es llamado por los ticos el humedal de Harbour Head, ubicado en la laguna del mismo nombre y que ambos países se disputan en la CIJ.
La obra está a cargo del personal del Área de Conservación de Tortuguero (ACTo), porque la CIJ ordenó que el personal costarricense de protección ambiental es el único que puede ingresar a la llamada “zona en disputa” por ambos países.
Se estima, según la cancillería, que el trabajo iniciado hoy se prolongue por varias semanas, dependiendo del clima de la zona que es muy variable. El material y personal para las labores fueron trasladados en helicópteros, ante la negativa de Nicaragua de que fueran enviados navegando el San Juan.
El 22 de noviembre de 2013 la CIJ ordenó a Nicaragua retirar su personal y maquinaria del humedal en disputa, donde cuadrillas que dragan el San Juan, a cargo del ex comandante Edén Pastora, abrió un caño artificial.
Esto tras la queja de Costa Rica de que Nicaragua abrió el caño con el objetivo de desviar el río y darle una nueva salida al Mar Caribe, en el humedal que había sido declarada como “en disputa” por la Corte Internacional de Justicia desde marzo de 2011.
Costa Rica denunció esto ante la Corte, pidiéndole que ordenara medidas provisionales para evitar que Nicaragua pudiera concluir el caño.
Además de la orden a Nicaragua de retirar su personal y maquinaria, la Corte autorizó a Costa Rica mitigar el daño y evitar otro mayor en coordinación con la Secretaría General de la Convención de Ramsar.
En agosto del 2014 Ramsar presentó un informe realizado por varios técnicos que visitaron la zona, en marzo de ese año, con el cual avala la construcción de diques para evitar que posibles crecidas en el río San Juan rompan la porción de playa que separa el caño artificial del Mar Caribe, lo cual podría ser un daño ambiental irreparable, a juicio de los ticos.
“Para realizar las obras se requiere del traslado de gran cantidad de material hasta la zona del caño artificial y aunque lo más fácil sería transportarlo usando el río San Juan, en varias ocasiones que se intentó llegar a la zona, su navegación fue impedida por los nicaragüenses”, dijo la cancillería.
“Esta situación se presentó, a pesar, de existir un protocolo para que Nicaragua no obstaculice el paso de estos materiales, acordado por ambos países en setiembre del 2014. Esto obligó al Gobierno de Costa Rica a recurrir al alquiler de un helicóptero civil equipado para el transporte de grandes pesos, para poder cerrar el caño”, añadió.