Delegaciones oficiales comenzaron a llegar ayer a Panamá para participar en la VII Cumbre de las Américas, entre el 10 y 11 de abril, la primera a la que asistirán los 35 países del continente, mientras que el Gobierno del país ultima los detalles de la organización.
Cuba, Venezuela, Estados Unidos, Canadá, México y Argentina enviaron con antelación a una parte de su comitiva oficial para preparar las intervenciones de los presidentes y conocer las instalaciones de Atlapa, el centro de convenciones de la capital panameña, donde tendrá lugar la reunión continental.
Al encuentro llegan temas en caliente, como el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en diciembre y la tensión entre Venezuela y EE. UU., que se intensificó en marzo tras las medidas ejecutivas adoptadas por el presidente Barack Obama, quien declaró en su país una emergencia nacional por la situación en Venezuela, junto con un paquete de sanciones contra varios funcionarios venezolanos, a quienes responsabilizó de violar los derechos humanos al reprimir las protestas callejeras que dejaron 43 muertes en 2014.
Ayer, en una entrevista realizada por una televisora local en Ciudad de Panamá, el embajador de Venezuela en Panamá, Jorge Luis Díez Durán, dijo que “se puede esperar cualquier cosa” de la Cumbre porque “Obama nos tiene acostumbrados a las sorpresas”.
Para Díez Durán, el “reinicio” de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos ha provocado que Venezuela sea el “nuevo blanco” del país norteamericano. “La fortaleza económica y militar de Estados Unidos no son suficientes para doblegar a los pueblos”, concluyó.
TROPIEZO DIPLOMÁTICO
Tras iniciar el diálogo con Cuba y anunciar avances en un acuerdo nuclear con Irán, Estados Unidos podría llegar de forma triunfal a esa cita, aunque para algunos analistas no será así, ya que el lenguaje que usó en las medidas contra Venezuela provocó un tropiezo diplomático.
“La administración de Obama se equivocó totalmente en el mensaje y la comunicación. No en el hecho de imponer sanciones, sino en la forma y el lenguaje que impuso, al usar una retórica anticuada y decir que Venezuela constituye una amenaza para la seguridad nacional”, dijo ayer Cynthia Arnson, directora del programa de Latinoamérica para el Woodrow Wilson International Center for Scholars, un centro de análisis y debate en Washington.
Arnson y otros expertos señalaron que Estados Unidos logró precisamente lo que intentó evitar durante años: que más venezolanos aumentaran sus críticas contra Estados Unidos, creciera el apoyo al gobierno venezolano y la región quedara en la incómoda posición de tener que escoger entre un bando o el otro.
ATENCIÓN EN SANCIONES
En esta cumbre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, planea entregar a Obama un aluvión de firmas opuestas al decreto de la Casa Blanca. Maduro expresó el domingo que su campaña “Obama deroga tu decreto ya” ha recabado 8 de las 10 millones de firmas que se impuso como meta entregar a Obama.
Arnson manifestó que la atención de la región está ahora en las sanciones estadounidenses contra Venezuela en vez de la “terrible deterioración del país” y que Estados Unidos subestimó la reacción del país latinoamericano al decreto.
Sobre la participación de Cuba en la Cumbre por primera vez, Arnson indicó que no descarta que EE. UU. aproveche para anunciar que elimina a la isla de su lista de países que promueven el terrorismo. La esperanza que tenía Estados Unidos de anunciar la apertura de una Embajada en Cuba cuando Obama y su homólogo cubano Raúl Castro se encuentren se ha disipado porque Cuba aún aparece en esa lista y porque ambos países están discutiendo la libertad que tendrían los diplomáticos estadounidenses en la isla para viajar y hablar con el cubano del común sin ningún tipo de restricciones, dijeron funcionarios a AP.
ANTE CRISIS
El Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), uno de los organizadores de la Cumbre de los Pueblos, “alternativa” a Cumbre de las Américas, denunció ayer la presencia de “elementos afines a grupos terroristas vinculados a la mafia de Miami para fomentar una campaña sucia contra Cuba, Venezuela y otros países de la Patria Grande”.
En el marco de la Cumbre, 19 exmandatarios iberoamericanos denunciarán una “alteración democrática” en Venezuela, informó desde Madrid la fundación FAES, presidida por el exjefe del gobierno español, José María Aznar, e instarán a los gobernantes a aunar esfuerzos para construir una “alternativa” a la crisis venezolana.
CUBA O BRASIL AYUDARÁN
El presidente de la organización Diálogo Interamericano, Peter Hakim, expresó ayer en una rueda de prensa que seguirá con atención cuánta influencia pudieran ejercer Cuba o Brasil para que Nicolás Maduro no intente desviar la atención de la VII Cumbre de las Américas denunciando las sanciones que impuso en marzo Estados Unidos. “Si tienes a Brasil y a Cuba, por ejemplo, aconsejando a Maduro para que suavice el tono, creo que eso podría ser suficiente”, declaró.
4,000
trabajadores de la empresa de buses Mi Bus concluyeron ayer una huelga de pocas horas tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Panamá, contra el que protestaban por la próxima nacionalización del servicio y reclamaban sus indemnizaciones.
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