El Instituto Nicaragüense de Energía (INE) anunció ayer que de acuerdo con la Ley No. 898, Ley de Variación de la Tarifa de Energía Eléctrica al Consumidor, los usuarios tendrán una rebaja de entre ocho y diez por ciento en los diferentes sectores que consumen energía eléctrica.
El porcentaje de reducción promedio va del ocho al diez por ciento tomando en cuenta el sector residencial, comercial, industrial, irrigación y los comités de agua potable rural, sin incluir el bombeo a Enacal, al que se le aplica el 6.5 por ciento.
Los que serán más beneficiados, al recibir un diez por ciento de rebaja en la tarifa energética, son los consumidores de 0 a 150 kilovatios hora, que representa 764,569 clientes. Con igual porcentaje de reducción resultan las pequeñas y medianas empresas y los Comités de Agua Potable Rural.
Mientras tanto el sector residencial recibirá una baja de 9.50 a 8.50 por ciento, dependiendo del consumo.
El INE explica que la aplicación de dicha reducción tarifaria es a partir de los consumos realizados desde el primero de abril del corriente año y serán reflejados plenamente en la factura correspondiente al mes de mayo.
El ente regulador estará monitoreando el precio de fuel oil y demás componentes del costo real de la energía a efectos de cumplir con el mandato de aplicar, al alza o la baja, según la variabilidad de tarifas dispuesta en la Ley 898.
La Ley fue aprobada por la Asamblea Nacional el 25 de marzo y publicada en La Gaceta el 26 de marzo, después de la presión que surgió en sectores sociales, de la oposición política y empresariales por la baja en los precios internacionales del combustible.
La Ley establece que del monto total ahorrado por la baja en los precios del petróleo, un 35 por ciento es dirigido a la reducción de la tarifa eléctrica, otro 35 por ciento irá a programas de combate a la pobreza y un 30 por ciento al pago del subsidio aprobado en años anteriores mediante préstamos.
Tan pronto como fue aprobada la Ley en marzo, economistas calcularon que la reducción iba ser de un diez por ciento; sin embargo explicaron que de no haberse creado “un tributo disfrazado” a los usuarios del servicio, al destinar el restante 65 por ciento del ahorro al financiamiento de programas para reducir la pobreza y pagar la deuda que el sector eléctrico mantiene con la Caja Rural Nacional (Caruna), el reducción de la tarifa hubiese sido mayor.
Las tarifas de energía en el país subieron desde 2005 hasta 2014, por el incremento en los precios del petróleo. Al reducirse ese precio al nivel que tenía en 2005, estas debieron bajar los niveles de aquel año; no obstante estos se mantuvieron elevados hasta hace poco.
Aun con la reducción que se le aplicó a las tarifas de energía, estas siguen siendo las más altas de la región, superiores a las de Honduras, país con mayores pérdidas en la distribución.
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