El Ejército de Nicaragua evitó emitir comentarios sobre la solicitud efectuada por el Gobierno de Estados Unidos al de Honduras para instalar en la base Enrique Soto, en Palmerola, una unidad especial.
La solicitud se enmarca en la colaboración entre los dos países en asuntos de preparación para desastres naturales, así como colaboración en la continua lucha en contra del narcotráfico y el crimen organizado, indicó la Embajada de EE. UU. en Tegucigalpa, en un comunicado.
Es un asunto de la República de Honduras, se limitó a responder el vocero del Ejército, coronel Manuel Guevara Rocha.
Los diarios hondureños retomaron la noticia publicada en el sitio por internet Defensa.com.
EN TRÁMITE
Esta solicitud está en trámite y no hay nada oficial al respecto, confirmó ayer el secretario de Defensa, Samuel Reyes, quien explicó que la petición ha sido turnada a la Secretaría de Relaciones Exteriores como corresponde, publica el Diario El Heraldo, de Honduras.
Defensa.com indicó que la unidad se llamaría Special Purpose Marine Air-Ground Task Force-South o SPMAGTF-South (Fuerza de Tarea de Propósito Especial Aire-Tierra de Marines-Sur). Según ese mismo sitio, la fuerza estaría conformada por 250 marines que se instalarían en la base aérea de Palmerola, como una unidad especial de respuesta a la crisis al estilo de las creadas para África con sede en la base aérea española de Morón, denominada Special Purpose Marine Air-Ground Task Force-Crisis Response (SPMAGTF-CR).
TERCIA DE POTENCIAS
Para la directora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Elvira Cuadra, es una noticia que no puede pasar desapercibida y es preocupante.
Cuadra no descartó que en este interés se sumen otros motivos, como el anuncio pasado de las autoridades militares nicaragüenses de adquirir aviones de combate.
Lo preocupante, dijo Cuadra, es porque nos muestra que Centroamérica está entrando en una escalada no solo regional y no tanto hemisférica, sino en una escalada global, en una tercia de poder entre potencias; porque yo no lo desvincularía de los anuncios y las visitas que se han producido en Nicaragua de parte de altos funcionarios rusos y sus ofrecimientos también de combate al narcotráfico en la región.
Según la directora del Ieepp, con esta solicitud Estados Unidos hace lo que en términos militares se conoce como acción disuasiva.
ROMPE BALANCE
La directora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Elvira Cuadra, destacó la trascendencia de la solicitud estadounidense de establecer una unidad especial en Honduras, por tratarse de Palmerola, que ha sido emblemático en relación a la presencia la fuerza estadounidense en la región durante los años de la llamada guerra fría, y más reciente.
Aunque con propósitos humanitarios, dijo Cuadra, sería peligroso la instalación de esa unidad por que rompería con el llamado balance razonable de fuerzas en la región.
MAGISTRADO ARREMETE
P ara el magistrado orteguista de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Francisco Rosales, el interés de Estados Unidos es un afán por competir con Rusia, dado el interés recientemente expresado por el canciller ruso Serguéi Lavrov en cooperar con los países del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) en la misma materia.
“Lo primero que deberían hacer es detener a todos los que trafican al interior de los Estados Unidos. ¿Algunas han visto en las noticias que hayan capturado un narcotraficante en los Estados Unidos? Nunca, no hay. Los narcotraficantes son colombianos, mexicanos, guatemaltecos, de cualquier país, menos del suyo”, dijo Rosales.
El magistrado acusó al Gobierno de EE. UU. de comprar droga producida en el Cono Sur, en Bolivia, Perú, Colombia, para venderla en su país y a través de las ganancias comprar armas para financiar guerras como la contrarrevolución en Nicaragua.
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