El exfuncionario y analista político Carlos Tünnermann Bernheim considera que no es conveniente nombrar en los cargos diplomáticos a personas por influencia política o como herencia de sus esposos o familiares embajadores. Sin embargo, esta es una práctica en el Gobierno de Nicaragua.
Este miércoles se conoció que Mónica Robelo Raffone —hija del exbanquero y exministro consejero en función diplomática de Nicaragua en Francia, Álvaro Robelo—, es la nueva embajadora de Nicaragua en Italia.
El padre de Robelo Raffone también había sido propuesto por el gobierno orteguista como embajador nicaragüense en el Vaticano (Roma), en mayo de 2007, sin embargo, la Santa Sede guardó “silencio diplomático” sobre esta propuesta, lo cual fue interpretado como una negativa.
Pero hasta ahora los casos más comunes son de esposas diplomáticas o que heredan los cargos de sus esposos.
Marcela Pérez, viuda del comandante Tomás Borge, fue nombrada como embajadora en Perú a la muerte de su esposo en 2012.
También Tamara Hawkins Lefevre fue nombrada embajadora nicaragüense en México, tras la muerte de su esposo Horacio Brenes Icabalceta, quien era embajador de Nicaragua en México y falleció el 21 de noviembre de 2012 en el país azteca.
El canciller Samuel Santos dijo en una ocasión que las viudas tenían la experiencia y la capacidad para estar en el cargo, por el apoyo que brindaron a sus maridos en vida.
“Además tienen las capacidades profesionales, técnicas y humanas para ser embajadoras de nuestro país”, dijo Santos, quien también sacó a relucir el Tratado de Viena, el cual expresa que se le presenta la solicitud al país receptor y este la estudia.
OTROS CASOS
Miriam Hooker es cónsul de Nicaragua en Washington y su esposo Francisco Campbell es embajador de Nicaragua en Estados Unidos.
Particularmente Tünnermann opinó que cuando las esposas de los embajadores son personas preparadas y tienen méritos para ser funcionarias embajadoras, se les nombra por motivo de mantener un salario familiar en países donde la vida es cara y el Gobierno de origen no tiene suficientes recursos.
Harold Rivas, hermano de Roberto Rivas —cuestionado presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE) y acusado de corrupción y un sinnúmero de fraudes electorales—, es el embajador de Nicaragua en Costa Rica y su esposa, Jenny Pérez, es cónsul en ese mismo país.
Tünnermann dijo que lo mejor es profesionalizar el servicio exterior.
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