14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Los signos del Resucitado: paz, perdón y fe

La Palabra de Dios siempre es noticia buena, nueva y siempre tiene algo que decirnos a todos.

La Palabra de Dios siempre es noticia buena, nueva y siempre tiene algo que decirnos a todos. Cristo resucitado se aparece a los discípulos que estaban encerrados por miedo a los judíos (Jn 20,19) y les dice: “Paz a ustedes (…)”. Y se lo repite tres veces (Jn 20,20-21.26). “Perdónense” (Jn 20,22-23). “Tengan fe” (Jn 20,27).

Cristo les hace ver que deben salir del miedo que tienen encerrado en sí mismos (Jn.20,19) y la única manera es con una gran carga de fe (Jn 20,29), capaz de llevarles a la reconciliación (Jn 20,23) y a la paz (Jn 20,20-21.26). Las comunidades cristianas primitivas guardaban como un permanente tesoro su vida de comunión, “la multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma” (Hch 4,32).

Los cristianos de hoy necesitamos definirnos. No podemos estar gritando que somos cristianos, que Jesús vive, que ha resucitado (Hch 4,33) y, a la vez, sembrar odios, divisiones, rencores y resentimientos. Quien cree en Jesús resucitado, es gente de paz y de reconciliación, gente que fomenta la unidad entre los pueblos, sean del color que sean (Hch 4,32).

Quien cree en Jesús resucitado, respeta al otro como otro y precisamente porque es otro. Quien no sabe respetar al otro como otro, no ha resucitado, no crea vida ni reconciliación ni paz.

Quien cree en Jesús resucitado no es gente de resentimientos ni fomenta conflictos porque la fe en el resucitado le lleva: a creer en el Dios de la paz (Is 26,12; Jn 14,27; 20,20), a ser gente de paz y mensajero de paz (Rom 12,18); por eso, nos dice San Pablo: “Felices los pies de quienes anuncian la paz” (Rom 10,15). Y, porque es misionero de paz, su misión no es dividir sino unir, no es sembrar odios entre unos y otros sino reconciliar (Jn 20,23).

Paz, perdón y fe son eso tres grandes valores que jamás pueden estar ausentes en quienes confiesan de todo corazón que Jesús vive, que ha resucitado. La fe nos reconcilia con Dios, con nosotros mismos y con los hermanos, nos hace hombres nuevos (Jn 20,22). La fe que nos lleva a la reconciliación nos brinda la paz (Jn 20,19.21). La paz que es el fruto de la reconciliación, nos lleva a construir esa nueva sociedad en la que se hace posible que todos vivamos como hermanos, al estilo de la primera comunidad cristiana, de la que nos habla el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 4,32-35).

Creer que Jesús vive, que ha resucitado, es abrir todas nuestras puertas cerradas (Jn 20,19), romper con todo miedo que nos encadena (Jn 20,19) y empezar a hacer realidad con toda alegría (Jn 20,20) el reinado de Dios: la gran misión que Jesús ha puesto en nuestras manos (Jn 20,21). Por eso, “Dichosos los que creen sin haber visto” (Jn 20,29).

Religión y Fe La voz del pastor archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí