Lewis Hamilton (Mercedes) dominó con autoridad el Gran Premio de China de Fórmula 1 por delante de su compañero de equipo Nico Rosberg y de Sebastian Vettel (Ferrari), ayer en Shanghai y suma su segunda victoria de la temporada.
“Xiexie” (Gracias), dijo en chino Hamilton en el podio de su circuito favorito, después de sentirse feliz por tener “un fin de semana sin problemas” e intercambiar un apretón de manos con su compañero de equipo.
“Me las arreglé para hacer lo que quería con mi coche. Pude controlar la distancia entre Nico y yo, y gestionar los neumáticos en función de mis necesidades”, añadió el vigente campeón.
Gracias a una gran salida en la que cerró todos los huecos y evitó una buena trazada para Rosberg, Hamilton no dio opción a su compañero. También utilizó una estrategia como la de Vettel encadenando dos tandas con neumáticos blandos al inicio, pero alargando su uso algo más que el cuádruple campeón alemán.
La carrera terminó de manera extraña, debido a la salida a pista del coche de seguridad en los instantes finales tras la rotura de motor del Toro Rosso del joven holandés, Max Verstappen.
Con esta victoria, Hamilton se afirma en el liderato de la Fórmula 1 con 68 puntos, por 55 de Sebastián Vettel. Luego están Nico Rosberg (51) y Felipe Massa (30.5).
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