Robert Bates, un sheriff asistente voluntario de la Policía del condado Tulsa, en Oklahoma, (centro de EE.UU.) fue procesado por homicidio culposo, luego de herir de muerte el 2 de abril a Eric Harris, de 44 años, un afroestadounidense desarmado. El hecho fue registrado en un video amateur.
Harris, sospechoso de vender armas en una operación encubierta, fue abatido por Bates, quien afirmó que creía haber desenfundado su pistola Taser en lugar de su arma de fuego. “¡Me disparó! ¡Oh, Dios!”, se escucha gritar a Harris en el video, divulgado el fin de semana, mientras oficiales lo sujetaban contra la acera y le gritaban. “Al diablo tu respiración”, responde uno de los agentes a Harris, quien fue trasladado al hospital de la ciudad, donde falleció una hora más tarde.
Bates, contactado por el diario Tulsa World, reconoció haber disparado a Harris, quien tenía antecedentes penales. Un policía de Tulsa llamado para investigar el incidente, grabado por los lentes del alguacil que estaban equipados con una pequeña cámara de video, defendió a Bates argumentando que sacó el arma equivocada al calor de una persecución.
La semana pasada, el policía Michael Slager, de 33 años, fue acusado de asesinato tras divulgarse un video en el que aparece disparando varias veces contra Walter Scott, de 50 años, un hombre negro en Carolina del Sur, tras haberlo detenido por un control rutinario en la carretera.
Otros casos
En los últimos meses se han registrado varios casos de ciudadanos afroamericanos abatidos por policías blancos, que reavivaron el debate sobre el racismo en Estados Unidos.
En California, diez alguaciles fueron suspendidos después de ser grabados el jueves por un canal de noticias desde un helicóptero pateando y golpeando a un sospechoso que huía a caballo en San Bernardino.
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