Rostros asoleados y unas manos sudadas sosteniendo la larga tranca de la entrada al pozo comunitario El Comején es lo que se encontraba la mañana de ayer en la comarca de este mismo nombre en Masaya, en un ambiente tenso, luego de que los comunitarios decidieron tomarse dicho acueducto.
Desde el pasado martes, los ciudadanos llegaron al pozo y sacaron en hombros a los directivos que se encontraban en el local. Esta acción fue realizada porque los protestantes están “cansados” de que el agua potable les llega a cuentagotas.
“Hace 12 años el Gobierno de Japón donó este proyecto a la comunidad El Comején y desde ese tiempo hay siete personas que se hicieron dueños de dicho pozo. Durante todos esos años estos señores no nos rinden cuentas, pero lo más grave es que a la comunidad la tienen sin agua y los niños se nos han enfermado”, comentó Melania Gómez, habitante de El Comején.
DIRECTIVOS ETERNOS
Los pobladores aseguran que los directivos se hicieron “eternos” en el cargo y que de forma extraña registraron el proyecto a sus nombres.
Aseguran que la directiva vende agua a pipas de empresas constructoras, residenciales y otras comunidades alejadas, dejando desabastecidos a los comunitarios.
“Nos abastecen (la directiva) día de por medio, pero solo media hora y a veces nada, pero los recibos nos llegan puntual, cobrándonos la cantidad de dinero que a ellos se les antoja. Con este plantón estamos exigiendo que el pozo sea regresado a nuestra comunidad”, declaró Gómez.
Los intentos de persuadir a los pobladores para que abandonaran la protesta el pasado martes fueron infructuosos. Ahí estuvieron tratando de mediar Ramón Obregón, secretario municipal del FSLN de Masaya; Jacaranda Fernández e Idania Téllez, vicealcaldesa y secretaria municipal, respectivamente, de la Alcaldía de Masaya.
10,000 habitantes de cinco comarcas del municipio de Masaya, aproximadamente, son los afectados por la falta de agua.
DEUDA
Guillermo Urbina, habitante del barrio Jardín de María, aseguró que a ellos les cobraron 150 dólares, desglosados en 90 dólares por el servicio y 60 dólares por la conexión y el medidor “y hace más de un año nos cortaron el servicio injustificadamente. Sabemos que hay un recibo que vino de Unión Fenosa a la directiva por la deuda de 59,000 córdobas por energía eléctrica”, agregó Urbina.
Se intentó localizar a algún miembro de la directiva del pozo, pero fue imposible.
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