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Desarrollo de la Banda Ancha Móvil

A finales de los años noventa, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) creó un conjunto de normativas para la tercera generación (3G) de tecnologías de acceso móvil inalámbrico que proporcionaron el auténtico acceso de banda ancha con su oferta simultánea de voz y transmisión de datos de alta velocidad. A finales de 2010 culminaron con las normativas 4G. Ya se está migrando a las redes 4G con tecnología LTE-A y se avanza en el desarrollo del estándar 5G, teniendo el año 2020 como frontera temporal de las primeras implementaciones comerciales de dicha tecnología, que se espera permita aplicaciones como las que ya se están desarrollando en laboratorio: interfaces basadas en proyecciones holográficas mediante láser, una realidad virtual con la que sería posible interactuar y mantener conversaciones en 3D.

A finales de los años noventa, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) creó un conjunto de normativas para la tercera generación (3G) de tecnologías de acceso móvil inalámbrico que proporcionaron el auténtico acceso de banda ancha con su oferta simultánea de voz y transmisión de datos de alta velocidad. A finales de 2010 culminaron con las normativas 4G. Ya se está migrando a las redes 4G con tecnología LTE-A y se avanza en el desarrollo del estándar 5G, teniendo el año 2020 como frontera temporal de las primeras implementaciones comerciales de dicha tecnología, que se espera permita aplicaciones como las que ya se están desarrollando en laboratorio: interfaces basadas en proyecciones holográficas mediante láser, una realidad virtual con la que sería posible interactuar y mantener conversaciones en 3D.

Aparte de estas “interacciones entre humanos”, la tecnología 5G también permitirá un grado sin precedentes de automatización de nuestra vida diaria, con interconexiones de máquina a máquina entre nuestros hogares, vehículos y objetos cotidianos, que podrán ser coordinados, o compartir datos entre sí, en nuestro beneficio.  Esto hará posible un futuro “internet de las cosas” que permitirá eliminar la acción humana directa en todas estas operaciones, con incontables aplicaciones posibles, desde una gestión del tráfico urbano coordinada automáticamente por internet a controles médicos sistemáticos del usuario.

Su conjunción con el creciente desarrollo de los sistemas de procesamiento y análisis de inmensas cantidades de datos en tiempo real (“Big Data”) y de la robótica, darán un vuelco tecnológico al mundo en las próximas décadas que tendrán un profundo impacto en la dinámica social. Desde luego se requiere una mayor disponibilidad de frecuencias radioeléctricas o la posibilidad de su reuso en forma masiva y libre de interferencias. El camino hacia esto pasa por el Congreso Mundial de Radiocomunicaciones de noviembre de 2015, donde se adjudicarán mundialmente nuevos anchos de banda del espectro radioeléctrico, aplicables para tecnología 4G y 5G, lo que sentará las primeras bases de esta última, lo que agilizará el desarrollo de los estándares técnicos necesarios, con especial atención a las interfaces radioeléctricas.

Hoy día las tecnologías de acceso móvil inalámbrico han avanzado a tal punto que hay que tenerlas en cuenta como competidoras en el mercado de bucle local de banda ancha. La cobertura geográfica, el ancho de banda disponible, las técnicas de corrección de errores y las plataformas multiservicios han influido en estas transformaciones.

En el 9º Simposio Mundial de la UIT para Organismos Reguladores, se habló de la necesidad de que los países abran sus mercados a una mayor competencia y recurran a incentivos para estimular las inversiones en las redes de banda ancha que se están convirtiendo rápidamente en un elemento esencial de la economía del conocimiento.

LTE-A, al igual que 3G, se pensó para ser usada como acceso a la red celular de alta velocidad en dispositivos móviles a fin de facilitar el uso en estos de contenido multimedia y dar soporte a videoconferencias, pero la mayor privacidad, cobertura, movilidad y falta de dependencia de redes basadas en transmisión física (cable, línea telefónica o fibra óptica) la han convertido en una conexión ideal para ordenadores portátiles y, sobre todo, para la nueva generación de NetBooks. Las empresas mejor posicionadas para seguir esta ruta son las que brindan servicios de telefonía celular, las que con una estrategia de “evolución tecnológica” se reinventan como “operadores integrales” (fijo-móvil, Internet, vídeo bajo demanda, contenidos, aplicaciones, domótica, etc), incorporando a sus redes la tecnología LTE-A en sustitución de la HSDPA. LTE-A está destinada a ofrecer un mayor ancho de banda para las comunicaciones de redes móviles y fijas actuales y ya se cuenta con proyectos piloto en las redes de telefonía celular en la región centroamericana.

Consultor
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