Puede que realice una actividad casi letal sin siquiera notarlo: sentarse. Según un estudio realizado por James Levine, investigador de la Clínica Mayo, en Rochester, Estados Unidos, pasar más de seis horas diarias sentado puede tener serias afectaciones en nuestro cuerpo.
Por ejemplo, tan pronto como uno se sienta la actividad eléctrica de los músculos decae y el gasto de calorías se desploma a una caloría por minuto.
Además de esto las enzimas encargadas de descomponer las grasas se hunden, las contracciones de los músculos se vuelven más débiles, impidiendo el bombeo de la sangre al corazón.
La mala noticia es que el ejercicio no necesariamente contrarresta el efecto negativo de sentarse por mucho tiempo.
A un año de sentarse al menos seis horas por día los efectos empeoran; algunos estudios incluso demuestran una disminución de la masa ósea de al menos uno por ciento cada año, cuando no nos movemos la actividad cerebral también disminuye y después de diez o veinte años de sentarse por al menos seis horas al día podrías perder hasta siete años de calidad de vida.
Los científicos estiman que si las personas se sentaran por menos de tres horas al día la media de vida se incrementaría dos años, por lo que consideran que sentarse es una actividad letal.