Julio Espinoza, quien dio gloria al país como seleccionado nacional, integrante del equipo de beisbol Chinandega en los años setenta, ochenta y noventa (lanzador de cuatro décadas), murió ayer a las 11: 45 de la mañana en su humilde vivienda del reparto Pedro Joaquín Chamorro.
Los chinandeganos lo recuerdan como el apagafuegos de la bruja, Argelio Córdova, ahora también muy enfermo.
Casi en el abandono, el as se debatía entre la pobreza de su hogar, que compartía desde hacía 16 años, casado con Gertrudis Montoya. En sus últimos años fue entrenador de niños, con una mínima pensión del Seguro Social.
Ana Patricia González, dijo que le causaron tristeza los últimos días que vivió su suegro, sin apoyo por las autoridades nicaragüenses del beisbol superior.
Jairo Espinoza dijo que ser uno de los casi treinta hijos del famoso lanzador de primera división. En unas horas vendrán mis hermanos, tíos y resto de familiares desde Rivas y otras partes del país, indicó el muchacho mientras daba condiciones a la humilde casita.
El por el beisbol se dio a conocer mucho y fue muy querido. Me enorgullecía de su empeño en el beisbol, pero terminó su tiempo y lo abandonaron. Su sepelio será mañana (hoy lunes) por la tarde refirió Jairo.
Berthilda Montoya, cuñada de Espinoza, es quien gestionaba ayer con dificultades el crédito del ataúd y los funerales, además de consolar a su hermana Gertrudis, cariñosamente conocida como Tulita.
El jurista chinandegano, Juan Nicolás Amador, lamentó el deceso de Espinoza y recordó en facebook el trabajo para formar en conjunto a los niños, quienes han sido campeones nacionales y otros integran el Chinandega.
DETALLES
Julio Espinoza nació en Rivas el 10 de enero de 1943, pero se hizo famoso jugador en Chinandega.
En su carrera, que abarcó cuatro décadas, acumuló 155-107 y 2.27 en 2002 entradas, en las que ponchó a 1,449 bateadores.
Su campaña cumbre fue 1977, al registrar 21-6 y 2.15 en 196.1 innings. En su carrera, 63 salvados.
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