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Ocho de cada diez viven en casa indigna

En Nicaragua el 78 por ciento de las familias no posee un hogar digno al carecer de acceso a servicios básicos de infraestructura como agua potable, servicios sanitarios o un piso adecuado.

En Nicaragua el 78 por ciento de las familias no posee un hogar digno al carecer de acceso a servicios básicos de infraestructura como agua potable, servicios sanitarios o un piso adecuado. Es el país con el déficit más grande de vivienda adecuada en América Latina y el Caribe, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Además, el 45 por ciento de los hogares nicaragüenses tiene piso de tierra, lo que provoca, según el organismo multilateral, que miles de niños en situación de pobreza se saltan la etapa del gateo afectando el desarrollo del aprendizaje intelectual y motor en sus primeros años de crecimiento.

Hay más consecuencias. De acuerdo con la organización Hábitat para la Humanidad la falta de piso de concreto en los hogares nicaragüenses incrementa en un 78 por ciento la presencia de parásitos, la incidencia de anemia aumenta en 81 por ciento y la posibilidad de casos de diarrea crece 49 por ciento.

Las realidades de los países serán discutidas en el Segundo Foro Latinoamericano y del Caribe de Vivienda Adecuada en Monterrey, México, del 6 al 8 de mayo próximo.

“Queremos contribuir a promover soluciones innovadoras y modelos de inversión sostenibles para la vivienda adecuada y asentamientos humanos”, afirma Torre Nelson, vicepresidente de Hábitat para la Humanidad en América Latina, en un comunicado.

SE NECESITAN US$300 MIL MILLONES

El reto es titánico porque el BID indica que una de cada tres familias en América Latina, “es decir 59 millones de personas, habitan en una vivienda inadecuada” o construida con materiales precarios o carente de servicios básicos.

El organismo internacional sostiene que la región debe invertir casi el ocho por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), (unos trescientos mil millones de dólares) para proporcionar una vivienda adecuada para todos los ciudadanos.

El problema en parte es que la mayoría de los hogares no puede costear una vivienda legalmente construida en un terreno que cuente con acceso a los servicios básicos de infraestructura, resume el informe “Un espacio para el desarrollo de los mercados de la vivienda en América Latina y el Caribe”, del BID, a ser abordado en el foro en Monterrey.

Además los programas de financiamiento hipotecario siguen restringiendo a la mayoría de las familias por sus bajos ingresos y el sector urbanizador no tiene la capacidad de construir masivamente.

Los cooperantes aportan a Nicaragua más de mil millones de dólares anuales para financiar los distintos programas privados y públicos. En 2014 el Gobierno recibió 518 millones de dólares en cooperación los cuales se dirigieron a proyectos de infraestructura principalmente electricidad y suministro de agua potable.

Esos números deberían evidenciar que se hace el esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los hogares, pero la realidad es otra. El Gobierno mantiene sin acceso público las estadísticas actualizadas de las Encuestas de Medición de Vida, pero hay disponibles estudios de organizaciones como el de Dinámica de la pobreza en Nicaragua entre 2009-2013, de la Fundación Internacional para el Desarrollo Económico Global (Fideg).

Dicho estudio revela que el 50.6 por ciento de la población pobre vive en casas propias con escrituras y el 37.4 por ciento lo hacía en viviendas propias, pero sin ese documento legal.

Según el Fideg, las casas son de paredes construidas con madera, bloques de cemento o ladrillo de barro, y seis de cada diez tienen piso de tierra. Además el 26.3 por ciento de los hogares empobrecidos obtiene el agua a través de pozos públicos o privados, mientras que esa proporción fue 13.7 por ciento para el caso de los no pobres.

Sin embargo, el estudio del BID sostiene que mientras en la mayoría de países se progresa en reducir los déficits cuantitativos de vivienda en las zonas urbanas, “las brechas de materiales para los hogares en el quintil de ingresos más bajo (pobres extremos) superan el cincuenta por ciento en Bolivia, Guatemala, Nicaragua y Perú. Nicaragua tiene la brecha de infraestructura más alta, 51 por ciento”, afirma el documento.

PAÍS NO PUEDE CON SU DÉFICIT HABITACIONAL

Desde el 2010 el sector privado impulsa con el Gobierno el Plan Nacional de Vivienda que contó con financiamiento del Seguro Social y de la banca privada, y dispuso de unos noventa millones de dólares para impulsar la construcción de casas nuevas de parte de los urbanizadores privados a precios de hasta veinte mil dólares, con plazos hasta veinte años que eran subsidiadas a tasas de interés del ocho por ciento anual.

Ricardo Meléndez, presidente de la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur), dice que el programa cumplió su objetivo de estimular el mercado inmobiliario, pero reconoce que la demanda de las familias por poseer su casa digna sobrepasa la capacidad de oferta privada y pública junta.

En Nicaragua, Hábitat para la Humanidad ha ayudado a más de 8,900 familias a tener una vivienda digna.  LA PRENSA/ ARCHIVO
En Nicaragua, Hábitat para la Humanidad ha ayudado a más de 8,900 familias a tener una vivienda digna.
LA PRENSA/ ARCHIVO

Meléndez lamenta que aún construyendo unas diez mil casas nuevas por año, entre urbanizadores y el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur) no reducen el déficit habitacional porque “la demanda crece en veinte mil viviendas por año”.

“Las cifras del Gobierno son que hay un déficit total de novecientos mil viviendas entre nuevas y que requieren reconstruirse o algún tipo de reparación”, menciona Meléndez

“El déficit no lo estamos resolviendo, hay mucho por hacer”, acepta el empresario.

Cadur encargó un estudio para tener certeza de cuántas familias de las veinte mil que cada año demandan una vivienda tienen capacidad de pagarlas y con ello los urbanizadores diseñarán planes de inversión con la banca y el Gobierno para elevar la capacidad de construcción.

“Tierra aquí es lo que sobra (…) el problema es que la construcción de viviendas crece más rápido que el sistema de aguas negras y electricidad. El Gobierno debe ponerse a nuestra (disposición) para brindar los servicios básicos”, reta Meléndez.

VIVIENDAS CONSTRUIDAS

El año pasado se construyeron en promedio diez mil viviendas nuevas, entre las urbanizaciones privadas y el Invur. Un número importante comparado con cuatro años atrás cuando las edificaciones de casas nuevas apenas superaron las tres mil.

6,144 viviendas se construyeron en 2014 entre urbanizadoras, particulares y proyectos en el país, según el informe Situación de la Construcción Privada, publicado por el Banco Central de Nicaragua (BCN).

2,880 casas se construyeron en 2010, cuando arrancó el Plan Nacional de Vivienda, según el BCN.

DISEÑAR ESTRATEGIAS

Partiendo de que los gobiernos por sí solos no pueden solucionar el problema de vivienda que afecta a más de una tercera parte de las familias de América Latina y el Caribe que habitan en ciudades, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) pide enfocarse en la raíz como es elevar el ingreso de las poblaciones y el acceso a servicios básicos.

“Los barrios marginales representan una perenne ofensa visual en América Latina y el Caribe. Existe un mayor número de personas que moran en viviendas en pésimo estado en esta región que en otros países con el mismo nivel de ingresos”, afirma el BID en sus estudios.

En el segundo Foro Latinoamericano y del Caribe de Vivienda Adecuada, en mayo de 2015, en Monterrey, el organismo Hábitat para la Humanidad reunirá a representantes de entidades públicos y privados con organizaciones de cooperación internacional. Se pretende crear una red sobre temas enfocados en el desarrollo de buenas prácticas de la vivienda adecuada y asentamientos humanos.

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COMENTARIOS

  1. 8o Puesto
    Hace 9 años

    Kukamonga: aquí se respeta el estado de derecho y las instituciones. El presidente no gobierna según sus caprichos personales. Así, el dinero de los impuestos se invierte en salud, educación, infraestructura, etc. Luego, lo que producimos tiene más valor agregado aunque tengamos menos recursos naturales. Si juntás todo eso, comprenderás por qué los ticos somos más desarrollados y prósperos que NIC. Y no somos tan haraganes como vos pensás…

  2. kukamonga
    Hace 9 años

    En Nicaragua ocho de cada diez vivimos en casa indigna, y los ticos es al contrario, ocho de cada diez viven en casa digna. Porque si son tan haraganes para trabajar y tienen menos riquezas naturales? Alguien que me lo explique, o será mentira lo que decimos de ellos y pensamos de nosotros?

  3. 8o Puesto
    Hace 9 años

    Este es el gobierno “cristiano, socialista y solidario”, del país que es un “milagro económico” y donde “viven bonito”: “Vamos por más victorias”…

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