Teniendo en cuenta que la principal consecuencia de las temporadas de clima extremo —sequía o exceso de frío— es la escasez de alimento para el ganado y que de este depende mantener la producción, especialistas en cultivo, manejo y conservación de pasto, compartieron sus conocimientos con más de quinientos pequeños, medianos y grandes ganaderos.
Investigadores y asesores técnicos de Brasil, México, Argentina y Nicaragua explicaron ayer a los asistentes al primer Congreso sobre Manejo, Producción y Conservación de Forrajes, diversas técnicas de cultivo, manejo rotacional y almacenamiento de pasto mediante el ensilaje y la henificación.
La ganadería es pilar fundamental de la economía de este país y el cambio climático es una realidad, entonces tenemos que adaptarnos para mitigar los efectos del cambio climático y a la vez elevar la productividad del sector ganaderos, dijo el gerente general de la empresa Escalante Sánchez (Escasan), promotora del congreso.
Para René Blandón, presidente de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan), estas capacitaciones contribuyen a que especialmente los pequeños ganaderos que por falta de recursos son siempre los más afectados, aprendan a prepararse para tener su hato sano para que pueda resistir los cambios del clima.
Además, esto también contribuye a mejorar la productividad, porque aunque tengamos una buena genética, si no hay un buen manejo del forraje para alimentar al ganado no podremos elevar la productividad, sostuvo Salvador Castillo, presidente de la Federación de Ganaderos de Nicaragua (Faganic).
EVITA MIGRACIÓN
Para el presidente de la Federación de Ganaderos de Nicaragua (Faganic), Salvador Castillo, garantizar la alimentación del ganado en épocas de sequía a través del almacenamiento de forraje, evitará que continúe la migración del hato hacia zonas húmedas del país.
Esta migración está provocando que se desabastezca la zona del Pacífico que en el futuro puede provocar un problema social, porque el productor que tiene su ganado se mantiene de la venta diaria de leche y cuajada, pero cuando los productores venden sus animales no tienen ningún ingreso, advierte Castillo.
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