Nicaragua celebró ayer el Día Internacional del Trabajador con un mercado laboral más deteriorado, tras una mayor profundización del desempleo y la informalidad el año pasado, según reflejan datos del Banco Central de Nicaragua.
En 2014 unos 31,800 nicaragüenses pasaron a engrosar el desempleo y lo elevaron de 184,700 en 2013 a 216,500, provocando que la tasa se situara en 6.8 por ciento. En el año anterior el 5.7 por ciento de la población estaba desempleada, según cifras oficiales.
En tanto, la informalidad se incrementó al 75.2 por ciento tras haberse situado en 74.4 por ciento en 2013. Esto contrasta con el retroceso que experimentó la informalidad al pasar de 25.6 a 24.8 por ciento en el periodo de referencia.
El economista Adolfo Acevedo señala que la tasa de desempleo del año pasado alcanzó su nivel más alto de los últimos cuatro años, al recordar que en 2011 era 5.9 por ciento manteniéndose así en 2012.
Respecto a 2006, según cifras oficiales difundidas por Acevedo, el número de desempleados en 2014 fue casi el doble. Hace ocho años en el mercado del trabajo habían 114,500 personas sin empleo. Este es el segundo año que este segmento alcanza su nivel más alto en los años que lleva en el poder el Gobierno sandinista. De los ocho años de esta administración, en 2010 fue cuando se alcanzó el nivel más alto con 220,100 desempleados.
“Las tasas de subutilización laboral (la tasa de subempleo más la tasa de desempleo ampliada) son más elevadas para los jóvenes, y especialmente para las mujeres”. Adolfo Acevedo, economista
LA GRAVE REALIDAD
El economista Adolfo Acevedo recuerda que en Nicaragua los sectores de menor productividad suelen generar la mayor parte del empleo, mientras que los de mayor productividad, por esta misma razón, tienden a generar porcentajes muy reducidos del empleo.
“Así, en Nicaragua, los sectores agropecuario, comercio y servicios sociales y personales, cuya productividad como porcentaje de la productividad media de la economía es la más reducida, generan el 75.9 por ciento del empleo total”, afirma.
Y añade: “La magnitud del empleo informal es aplastante. De acuerdo con la Encuesta Continua de Hogares, el setenta por ciento del empleo total puede catalogarse como informal. En términos de sexo, el 75.6 por ciento del empleo de las mujeres y el 65.5 por ciento del empleo de los hombres es informal”.
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