14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Pollo y sorgo solo ven venir el Cafta

En 2021 y 2024 —es decir, en menos de diez años—, Nicaragua abrirá sin restricción su mercado al pollo (piernas y muslos), el sorgo y el maíz amarillo de Estados Unidos, en el marco del Tratado de Libre Comercio vigente entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).

En 2021 y 2024 —es decir, en menos de diez años—, Nicaragua abrirá sin restricción su mercado al pollo (piernas y muslos), el sorgo y el maíz amarillo de Estados Unidos, en el marco del Tratado de Libre Comercio vigente entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).

Si de los atributos de estos productos dependiera la sobrevivencia de los que se producen en Nicaragua, la industria y productores están convencidos de que no tendrían nada de qué preocuparse.

Pero cuando echan una mirada a la estructura productiva de Estados Unidos, cuya agricultura se asienta sobre generosos subsidios en muy diversas formas, los productores nicaragüenses reconocen que su subsistencia en el mercado local no está tan asegurada como parece. Por eso, admiten, lo único que les queda es confiar en que aunque los productos estadounidenses vengan más baratos, los nicaragüenses seguirán privilegiando lo local.

Esta es una de las esperanzas que tienen, por ejemplo, los avicultores, los que no han visto mermar su cuota de mercado nacional, pese a que el pollo americano entra más barato. “Lo valioso es que el consumidor nicaragüense reconoce los atributos de calidad que tiene el producto nicaragüense, por ejemplo, te reconoce el color de la piel (carne de pollo), te reconoce el sabor, la textura, una serie de elementos que con plena certeza hace que el nicaragüense pueda determinar la diferencia entre el producto nacional y el producto importado”, afirma Donald Tuckler, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Avicultores y Productores de Alimentos (Anapa).

Tuckler fundamenta su confianza en la experiencia que han tenido con la entrada en cuota del pollo americano desde 2009, la que se ha venido incrementando gradualmente hasta alcanzar este año las 2,222 toneladas métricas.

Y pese a esa entrada de pollo foráneo, la industria ha logrado incrementar la producción a niveles de hasta un cinco por ciento anual, lo que refleja, precisa, que hay consumidores que siguen prefiriendo la producción nacional.

El directivo de Anapa aclara que el pollo entero, la pechuga y las alas americanas actualmente pueden ingresar al mercado nicaragüense libre de impuestos, a excepción de las piernas y los muslos que están gravados.

En el marco del DR-Cafta —que entró en vigencia para Nicaragua el 1 de abril de 2006—, tres años después de la implementación del acuerdo, se importó el primer contingente por 317 toneladas métricas, el que superará en 2018 las tres mil toneladas, luego en 2019 y 2023 se definirán las cuotas anuales para ese período y para 2024 está pactado que el ingreso de este producto sea liberado.

Expo carne VenezuelaHan pasado nueve años desde que el pollo nacional comenzó a tener competencia, faltan ocho años para que se libere totalmente el mercado. ¿Está realmente preparada la industria local para esa nueva realidad?

El directivo de Anapa indicó que además de depositar su confianza en el consumidor local, las empresas han hecho el esfuerzo por elevar su competitividad para competir más abiertamente con la producción estadounidense.

“Hemos inyectado tecnología en la avicultura, sobre todo en la producción de carne de pollo es de primera línea, la renovación de equipos, en cuartos fríos, en flotas de distribución y ha sido constante”, enfatiza.

“El Tratado (DR-Cafta) ha hecho que nuestro nivel de competitividad se ponga a prueba y lo ha hecho con las cuotas de exportación (…). Esta experiencia nos ha dado la tranquilidad de que el esfuerzo de insertar calidad de una manera más acentuada a nuestros productos ha sido reconocido por el consumidor”, afirma.

Aun así, Tuckler reconoce que los muslos y piernas de pollo “siguen siendo sensibles” para la industria, algo que intentarán discutir en su momento con el Gobierno para asegurar su sobrevivencia.

Según la industria avícola, para este año se calcula que la producción de carne de pollo alcanzará las 282 millones de libras.

¿EL SECRETO ESTÁ EN LA PIEZA?

Alfredo Vélez, presidente de Anapa y vicepresidente corporativo de Cargill, reconoce que la apertura ilimitada del pollo americano representa un gran reto para la industria local. “Competir con el mayor productor (de pollo) en el mundo, en el cual Nicaragua solo representa el medio por ciento de la producción de Estados Unidos” es un gran desafío.

“La producción de Estados Unidos es doscientas veces más grande que la producción de Nicaragua, eso implica para nosotros prepararnos en todos los sentidos”, enfatiza.

Pero al igual que Tuckler, Vélez también confía en el consumidor. Las familias nicaragüenses prefieren piezas pequeñas, algo que no es posible tener con el pollo americano, cuyo animal requiere de entre 45 y 50 días de vida, por lo que las piezas son más grandes.

En cambio en Nicaragua, precisa Vélez, se necesitan de entre 37 y 40 días de vida para las aves para obtener las piezas que se ajustan a lo que quieren los consumidores en su plato: pequeñas.

EL SORGO Y MAÍZ

Pero estos desafíos no se quedan atrás para la producción de sorgo. Si por años se han quejado de la resistencia de las avícolas de garantizar la absorción total de su producción para alimentar a las aves, ahora los sorgueros nicaragüenses sufrirán la presencia de dos duros competidores: el maíz amarillo y el sorgo de Estados Unidos, que podrán entrar libremente al mercado local desde 2021 y que podrían sustituir al sorgo.

A diferencia del sorgo estadounidense, el maíz amarillo ya entra al mercado nacional en cuotas. Desde el primer año se permitió el ingreso de 68,250 toneladas métricas, que ha incrementando a 94,250 para este año y para 2020 alcanzará las 110,500 toneladas, pero en 2021 se liberará el mercado.

Francisco Vargas, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Sorgo (Anprosor), confía en que el Gobierno encontrará alguna estrategia para asegurar la sobrevivencia de este sector, del cual dependen más de quinientas familias productoras y más de 12,000 puestos de trabajo.

Vargas señala que en el caso del maíz amarillo, el Gobierno de Estados Unidos cubre con subsidios el treinta por ciento del costo de producción, “tiene unos subsidios tremendos”, valora.

Pero ante la realidad del DR-Cafta y de cara a la liberación de este producto en Nicaragua, el representante gremial asegura que se han preparado reduciendo sus costos de producción y elevando sus rendimientos.

Están apostando, por ejemplo, a un mejor manejo de plagas, producción de su semilla de sorgo e inyectando tecnología a los campos. La meta es reducir entre un 15 y 20 por ciento sus costos de producción en los próximos años.

“Esto no nos va a poner al nivel de los productos estadounidenses, pero sí nos ayudará a seguir en el mercado”, sostiene.

También están “tratando de convencer al Gobierno y a la agricultura” del peso que tiene el sector sorguero en el campo, donde no hay zonas francas ni otras industrias que permitan absorber esa mano de obra, por lo que es necesario proteger al sector.

Además el sector paga cerca de un diez por ciento del costo en bruto de producción de sorgo en impuestos e incluso “es una industria limpia que no produce ningún tipo de contaminación” al ambiente.

Vargas refirió que es necesario encontrar los recursos financieros y tecnológicos para que la producción de sorgo sobreviva.

En Nicaragua la producción de sorgo ascendió a casi 1.3 millones de quintales, los que han sido absorbidos por la industria avícola. Vargas expresó que los actuales productores de sorgo no pueden emigrar a otros cultivos porque en las zonas donde están asentados (en el Pacífico) no hay condiciones meteorológicas para eso y también porque requerirían un fuerte capital, algo que no tienen. “El sesenta por ciento de la producción está en manos de pequeños y medianos agricultores”, estima.

Los avicultores  confían en que el consumidor local no preferirá el pollo americano, que luce  amarillo y más grande que el nacional. LA PRENSA/ ARCHIVO
Los avicultores confían en que el consumidor local no preferirá el pollo americano, que luce amarillo y más grande que el nacional. LA PRENSA/ ARCHIVO
VEN A OTROS MERCADOS

Otra de las opciones que están valorando los productores de sorgo para esquivar lo que implicará la apertura total del mercado al sorgo de Estados Unidos es exportar y darle valor agregado al grano nacional.

Francisco Vargas, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Sorgo (Anprosor), manifestó que la idea es preparar suplementos a base de sorgo y venderlos a los ganaderos y también se está pensando en buscar mercados internacionales. Además van a profundizar su relación con las pequeñas avícolas.

MÁS RENDIMIENTO

Un ejemplo claro de que los productores de sorgo están dispuestos ha darle la batalla al maíz amarillo de Estados Unidos es que se están enfocando en elevar el rendimiento. Francisco Vargas, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Sorgo (Anprosor), indicó que en la última década han subido los rendimientos en aproximadamente diez quintales adicionales por manzana. “Hace diez años el rendimiento promedio nacional era 42 quintales por manzana, ahora anda entre 50 y 52 manzanas”, estima.

PEQUEÑOS INDEFENSOS

Álvaro Fiallos, presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), reconoció que ante el proceso de desgravación del sorgo y maíz amarillo es necesario proteger a los “pequeñitos”.
“Se está discutiendo con el Gobierno para ver qué se va a hacer con esta situación. La producción nacional tiene que ser protegida”, enfatiza.

Boletin Economía Cafta Nicaragua archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Ray
    Hace 9 años

    La verdad es que este fatídico tratado al único que puede beneficiar es al más grande de los que participan, en este caso los Estados Unidos, no podemos pensar en que el país va a salir beneficiado porque lo que nos compran es poco comparado con lo que ellos pueden meter aprovechando la desgravación, ante esto lo importante es que produzcamos lo que nosotros consumimos siendo autosostenibles y hacerlo de forma sustentable con el medio ambiente

  2. REN
    Hace 9 años

    “Las familias nicaragüenses prefieren piezas pequeñas, algo que no es posible tener con el pollo americano, cuyo animal requiere de entre 45 y 50 días de vida, por lo que las piezas son más grandes”

    Creo que solo un tarado va a preferir lo pequeno a lo grande.De donde sacaran estos “Hechos”?

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí