La próxima semana oficialmente termina el corte y recolección de la caña de azúcar en los ingenios de Nicaragua, pero será un final malo porque desde ya se reporta que la producción se redujo un millón de quintales.
“Tuvimos una zafra malísima (…), vamos a terminar con 15.4 millones de quintales, un millón de quintales menos de lo esperado”, informó
Mario Amador, gerente general del Comité Nacional de Productores de Azúcar (CNPA).
Esa reducción significará a su vez veinte millones de dólares menos en las exportaciones de azúcar cruda del país. “Ese impacto se verá al final del año”, afirmó Amador.
Descartó que esto implique una reducción en el abastecimiento del mercado nacional, pero sí la venta de azúcar a los mercados externos, aunque se priorizará a Estados Unidos por ser fiel en su demanda y paga entre 24 y 25 dólares por quintal, hasta diez dólares por encima de los precios promedio de futuro.
Las causas de la mala temporada en los ingenios fueron la baja en la producción agrícola debido a la sequía del año pasado e igual una merma en los rendimientos industriales.
“El costo es bien grande este año para la industria, de hecho estamos recortando gastos como la fiesta del sector —que celebran anualmente—, la publicidad, apoyos a organizaciones benéficas o escuelas, ese tipo de cosas”, refirió.
Menos energía
La merma en la zafra azucarera afectará también la capacidad de los ingenios de generar energía eléctrica a base de bagazo de la caña en los ingenios. Mario Amador, gerente general del CNPA, explicó que se aportarán los treinta megavatios de energía al sistema de interconectado nacional, “pero en lugar de extendernos tres meses luego de la zafra, solo será por dos meses que produciremos energía”.
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