Choferes del transporte público de Tegucigalpa condenaron ayer el asesinato de tres colegas el fin de semana y suspendieron sus labores desde las 7:00 de la mañana, en protesta por la ola de violencia que los azota. No dejaron claro por cuánto tiempo mantendrán la medida.
Carlos Sánchez, uno de los manifestantes, dijo que el paro es una forma de protestar contra “la poca protección” que tiene el servicio de transporte público en una decena de colonias de Tegucigalpa y demandó “un equipo de respuesta rápida” de las fuerzas de seguridad para garantizar la vida de los choferes.
La protesta inició al mismo tiempo que empresarios del transporte celebraban una reunión en Tegucigalpa para buscar “mecanismos” para contrarrestar la violencia que les afecta, afirmó el portavoz del Sindicato del Transporte Urbano de Honduras, Jorge Lanza.
El dirigente del transporte urbano de Tegucigalpa, Marvin Galo, señaló que el setenta por ciento de los más de un millón de hondureños que residen en la capital viajan en autobús y se “sienten inseguros”.
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