Puerto Rico impuso el miércoles medidas estrictas de racionamiento de agua que harán que el baño diario en regadera sea un desafío para decenas de miles de personas y obligarán a negocios como restaurantes y centros de lavado de automóviles a prepararse para un verano que se prevé será más seco de lo normal.
Más de 160 mil personas que viven en la capital San Juan y cerca de ésta tendrán suministro de agua sólo cada tercer día, y funcionarios advirtieron que el servicio podría ser cortado hasta por 36 horas si siguen disminuyendo los niveles de agua en las principales represas de la isla. Las medidas podrían estar en efecto durante meses.
“No es momento de llenar piscinas, lavar carros o hacer limpiezas con mangueras”, dijo Alberto Lázaro, presidente ejecutivo de la compañía de agua y alcantarillado de la isla.
Señaló que 70 mil personas más podrían resultar afectadas por medidas de racionamiento si no llueve pronto. El gobernador Alejandro García Padilla declaró recientemente un estado de emergencia dadas las condiciones cada vez de mayor sequía.
Mayo es normalmente uno de los meses con mayor precipitación pluvial de Puerto Rico, pero hasta ahora sólo ha caído una décima de pulgada de lluvia en San Juan, en comparación con el promedio de 2.31 pulgadas (60 milímetros) de precipitación común en las dos primeras semanas, dijo Odalys Martínez, del Servicio Meteorológico Nacional.
“Es un déficit que Puerto Rico está arrastrando desde al año pasado”, comentó vía telefónica, señalando que la lluvia en general ha sido menor a lo normal debido al fenómeno de El Niño, el cual origina condiciones de mayor sequía y altas temperaturas.
Los termómetros alcanzaron recientemente 35 grados Celsius (95 Fahrenheit), rompiendo récords para el mes de abril y ocasionando condiciones secas a las que se han atribuido varios incendios a lo largo de la isla.
Los residentes del territorio estadounidense han vaciado estantes de tiendas que contenían botellones de agua de un galón para prepararse para baños de esponja, mientras que restaurantes y otros negocios se alistan para posibles impactos económicos en medio de un octavo año de recesión.
Omar Carrión, vicepresidente de la compañía de lavado de autos Autocare, dijo que le preocupa que el negocio caiga a pesar de que recicla toda su agua.
“Tal vez mucha gente no conoce cómo nosotros lo hacemos. A lo mejor ellos dicen, ‘si vamos al car wash, estaremos gastando agua”’.
Carrión comentó que no ha preparado su casa para un posible corte de servicio y agregó que siempre tendrá la posibilidad de ir a uno de los establecimientos de lavado de autos y extraer agua de sus propios pozos.
El actual largo período de sequía ha afectado además a la República Dominicana en la vecina isla La Española, donde más de 800 barrios han sido afectados por interrupción en el servicio de suministro de agua.
Autoridades dominicanas dicen que la sequía ahí ha marchitado cultivos y ayudado a propagar incendios que fueron iniciados intencionalmente y han consumido casi 1,260 hectáreas (3,113 acres) de bosque.