Si bien se espera que la falta de lluvia no sea tan severa como en 2014, el sector productivo necesita la creación de políticas públicas que favorezcan a la productividad para enfrentar esta situación, de lo contrario se verían afectadas la economía nacional y la economía de las familias rurales.
Esta previsión la realizó el economista Luis Murillo, de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Centroamericana (UCA). Según Murillo, la incidencia de El Niño el año pasado, que provocó la falta de lluvia, ocasionó la “desaceleración en el crecimiento del sector agropecuario”.
“El sector agropecuario —del año pasado a este— ha tenido una desaceleración. Nosotros para mayo del año pasado teníamos un nivel de crecimiento del 4.9 por ciento y en este año fue del 4.1 por ciento. Estamos hablando de 0.8 por ciento menos y los niveles de planificación que se tenían eran del 4.6 por ciento. Esto impacta no solo a la economía en general, sino también a las familias rurales, porque les genera mayores niveles de pobreza e inseguridad alimentaria, así como bajos niveles de productividad”, señaló Murillo.
La sequía, desde el punto de vista de la economía familiar, agudiza los niveles de pobreza y en algunos municipios los convierte en extremadamente pobres, además genera problemas de bajos niveles de producción y altos niveles de inseguridad alimentaria, explicó Murillo.
PRODUCCIÓN PARA LA SUBSISTENCIA FAMILIAR
En un estudio realizado por la UCA sobre seguridad alimentaria y pobreza en Madriz y Nueva Segovia, ambos en el Corredor Seco, se determinó que “los niveles de producción están a nivel de subsistencia, los niveles de explotación de las familias son relativamente reducidos y no generan una actividad comercial como para que los saque de la pobreza”.
Según Murillo, como consecuencia de la producción de subsistencia “hay un problema serio de seguridad alimentaria. Esa gente la mayor parte del año tienen una alimentación muy pobre, se alimentan principalmente de maíz, arroz y frijol, entonces por ejemplo el fósforo, que te lo da el pescado, no tiene un nivel de consumo adecuado”.
20
de mayo puede ser la fecha en la que se produzca la instalación de la estación lluviosa de 2015, según Marcio Baca, director de Meteorología de Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales.
La previsión trimestral
Como resultado de las conversaciones durante la mesa de Agricultura en el Foro del Clima, realizado en Nicaragua en abril, donde participaron expertos de toda la región, se prevé que las temperaturas se mantendrán cálidas, por encima de los umbrales que definen el evento El Niño. Asimismo se espera que la temporada de ciclones tropicales en la cuenca del océano Atlántico sea menos activa de lo normal y que habrá una canícula más intensa y prolongada.
En cuanto a la producción de granos básicos, se prevé que maíz, frijol y arroz, “podrían verse afectados por las condiciones secas, especialmente por la expectativa de los efectos de El Niño, especialmente en períodos críticos, como el de siembra, por la falta de humedad en los suelos”.
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