Las autoridades de una ciudad del noroeste de Estados Unidos llamaron a la calma después de que la policía disparara e hiriera a dos ciudadanos negros sospechosos de haber robado.
Los dos hombres presuntamente asaltaron a los empleados de un supermercado de Olympia, la capital del estado de Washington, en el que intentaban robar cerveza. Ambos iban sin armas, pero uno de ellos usó su monopatín para atacar a un policía, quien entonces abrió fuego.
Según la prensa local, uno de los sospechosos está ingresado en condiciones críticas, mientras que el otro está estable.
El alcalde de Olympia, Stephen Buxbaum, pidió a los ciudadanos que no tomen represalias por este incidente.
“Tomemos el camino de afrontar esta cuestión de la mejor manera, buscando justicia y curando las heridas”, señaló durante una rueda de prensa.
La muerte de ciudadanos negros a manos de policías blancos se ha convertido en uno de los temas de mayor división social desde el fallecimiento del joven Michael Brown el 9 de agosto del año pasado en Ferguson (centro). Desde entonces se han sucedido en todo el país manifestaciones contra el excesivo uso de la fuerza policial. Algunas protestas han terminado de forma violenta y con detenciones.