La mexicana Salma Hayek lleva más de sesenta trabajos como actriz y ha producido una serie (Betty) y algunas películas, como Frida, pero tiene una asignatura pendiente: “Mi gran pasión es dirigir, pero no tengo prisa”.
A sus 48 años, la actriz pasa por un buen momento. A la película de Garrone se une Septembers of Shiraz, junto a Adrien Brody.
Como productora está presentando, en diversos países, la cinta de animación El Profeta, sobre la obra del poeta libanés Kalil Ghibra. Pero reconoce que lo que más le apasiona es la dirección.
“Hice una película para televisión —El milagro de Maldonado— que fue un encargo, pero me dijeron que mi cerebro trabaja como el de un director, me encantó la experiencia”.
Así que, asegura: “Tengo un gran futuro, tengo algo muy especial que esperar para mis sesenta”.
Una faceta más de su vertiente profesional, pero tiene energía para mucho más y está volcada en la Fundación Salma Hayek, cuyo objetivo es acabar con la violencia hacia las mujeres y llevar la atención global a las crisis humanitarias.