La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia, Wilma Velasco, dimitió del cargo este martes 26 de mayo, sin precisar razones, y fue seguida por otro vocal, en medio de críticas a la imparcialidad del organismo.
La escueta carta de renuncia de Velasco dirigida a sus colegas fue difundida a la prensa, y en ella sólo se limita a comunicar su salida.
A la renuncia de Velasco se sumó luego la de otro vocal del TSE, Ramiro Paredes. Esta decisión que dejó al tribunal operando con cuatro de siete miembros, ya que en abril la vocal Dina Chuquimia fue suspendida por haber difundido en su cuenta de Twitter mensajes del candidato oficialista al gobierno municipal de La Paz.
Las renuncias son el corolario de crecientes críticas a la gestión del TSE. La oposición pidió la dimisión de sus miembros por considerarlos cercanos al oficialismo.
Paredes estuvo en el ojo de la tormenta luego de que la prensa difundió un video en el que celebra su cumpleaños en una fiesta organizada por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), días previos a las elecciones regionales de abril.
En su nota de renuncia Paredes hace alusión “a la pérdida de credibilidad y deterioro de la imagen institucional” del TSE.
Horas antes del martes, en una rueda de prensa en la Casa de Gobierno, el presidente Evo Morales había considerado que “el Tribunal Supremo Electoral ha dejado mucho que desear”.
Velasco, en el cargo desde 2010, dirigió las elecciones generales de 2014 en el que Morales logró un tercer mandato con el 61% de los votos y en abril unos comicios regionales en los que el oficialismo perdió las importantes plazas de La Paz y Santa Cruz, centros político y económico de Bolivia respectivamente.