Cuando en el 2012 Julio Rocha renunció a la presidencia de la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut) para hacerse cargo de la dirección de desarrollo de la FIFA con sede en Panamá, se alejó de las diferentes polémicas de las que fue el centro de atención durante la mitad de los 25 años que estuvo al mando del balompié pinolero. Pero ayer aparecieron los fantasmas del pasado.
En el actual congreso de FIFA, en Suiza, el expresidente de Fenifut fue detenido —junto con seis personas más— como sospechoso de corrupción por sobornos, calculados en 150 millones de dólares, por actividades relacionadas con el futbol en los últimos 24 años.
PRIMER SEÑALAMIENTO
Rocha empezó a ser señalado desde hace 13 años. Ronald Bolaños, expresidente de la Asociación de Futbol de Masaya, lo acusó ante la FIFA de malos manejos administrativos en el 2002.
El ente rector del futbol mundial ordenó a Rolando López Sanders, secretario general de Fenifut en ese momento, investigara el caso y no encontró nada a pesar de los documentos que mostraba el demandante.
En 2004, Bolaños denunció nuevamente a Rocha aprovechando la visita de Joseph Blatter. El presidente de la FIFA le encargó a Mauricio Caballero que investigara el caso y aseguró no encontrar ninguna prueba contundente ni física de las acusaciones. Al poco tiempo Bolaños fue apartado.
EL ESTADIO NACIONAL
De las múltiples gestiones de Julio Rocha nació el proyecto del Estadio Nacional de Futbol, que aún está en construcción. La obra simbolizó una oportunidad para modernizar el balompié pinolero con una construcción adecuada para las diferentes competiciones internacionales de la Selección Nacional.
Sin embargo, la construcción avanzó a paso lento y empezaron nuevamente los señalamientos y cuestionamientos por la falta de transparencia en el manejo de los recursos.
El costo del Estadio Nacional sería de treinta millones de dólares, pero en el 2010 el gerente de una de la empresas ejecutoras de la obra lo estimó en cincuenta.
En 2010 se calculó que la inversión en el Estadio Nacional era de 85 millones de córdobas, pero aún necesita más para completarse de acuerdo con los planos iniciales.
AMAÑO DE PARTIDOS
Las controversias siempre estuvieron en la hoja de vida de Rocha. A finales de su último período, en el 2010, se dieron a conocer los amaños de partidos en los que participaron algunos miembros de la Selección. Cuatro años después fue señalado que durante su mandato supuestamente hubo contactos con una empresa que amañaba partidos internacionales.
CONTROL TOTAL
Julio Rocha, como presidente de la Fenifut, lo controlaba todo. Una empresa de telecomunicación se interesó en transmitir los partidos del Campeonato Nacional de Futbol de Primera División en 2004. La idea era que la mayoría de los beneficios económicos fueran para los clubes, pero Rocha sostuvo que las negociaciones las debían hacer con la Fenifut, porque les pertenecían los derechos televisivos.
En la siguiente temporada, la empresa decidió retirar el patrocinio, porque el proyecto se volvió caro y señalaron que el expresidente de Fenifut no era la persona adecuada para negociar.
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