Con su reelección del viernes al frente de la FIFA todavía reciente, Joseph Blatter se refirió este sábado a cómo ha vivido los últimos días por el escándalo de corrupción que sacude su organización, alternando ataques a sus detractores con llamadas al consenso.
Blatter se mostró primero muy duro en una entrevista en la televisión suiza, donde pareció ajustar cuentas con sus principales detractores (UEFA, Estados Unidos), antes de comparecer ante los medios en la sede de la FIFA y adoptar un tono amable y conciliador, pidiendo “unidad” para remontar el vuelo.
“Me ha afectado todo lo que ha pasado y me han afectado los ataques (personales)”, admitió Blatter en su conferencia de prensa en la FIFA, en alusión a lo vivido desde que el miércoles siete directivos del futbol fueran detenidos en Suiza, en una operación anticorrupción a pedido de las autoridades estadounidenses, con un total de 14 imputados.
DICE NO A DIMISIÓN
Lo que Blatter dijo tener claro es que no va a dimitir, menos ahora que ha conseguido una vez más el respaldo del Congreso de la FIFA, tras ganar 133 a 73 al príncipe Ali en la primera vuelta. “¿Por qué voy a dimitir? Eso sería aceptar, decir que tengo culpa en lo que ha pasado, yo, que estoy luchando desde 2011 con nuestras diferentes comisiones contra toda corrupción”, se defendió.
UEFA VS. BLATTER
Blatter denunció allí una campaña de “odio” de la Unión de Federaciones de Futbol Europeas (UEFA), cuyo presidente, el francés Michel Platini, un antiguo aliado con el que está enfrentado abiertamente, pidió el jueves su renuncia.
“Es un odio que no solo proviene de una persona en la UEFA, sino de la organización UEFA, que no puede entender que en 1998 me convertí en presidente”, afirmó Blatter. “Perdono a todo el mundo, pero no olvido”, dijo sobre la postura de Platini, antes de reconocer que FIFA y UEFA están condenadas a entenderse y que no pueden vivir una sin la otra.
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