¿Qué hace su hijo después de clases? ¿Pasa horas viendo televisión? ¿Llega a dormir? Según la psicóloga Valeria Martínez, lo que los pequeños hagan en su tiempo libre repercute en su actitud ante la vida a corto o largo plazo.
“Estudios han demostrado que cuando incluimos a nuestros hijos en actividades enriquecedoras, ya sean deportivas o artísticas, estamos sembrando en ellos un hábito que les servirá toda su vida: se relacionarán mejor con los demás, amplían su creatividad, son más saludables y sobre todo aprovechan el tiempo”.
VARIEDAD DE ACTIVIDADES
La experta sugiere a los padres descubrir esa habilidad que muchos niños aún no desarrollan. “No se trata de obligarle al niño formar un equipo de beisbol si lo que le gusta es tocar la guitarra, por ejemplo. Como padre sabemos por dónde pueden ir los gustos de nuestros hijos y el objetivo es fomentarlos. Si le gusta bailar, hay clases de danza, si pinta, un curso de pintura, incluso si es hiperactivo, una clase de deporte como el karate son ideales”, dice Martínez.
Para la psicóloga es “como que una mano lava la otra” porque “quizás no tenemos tiempo para cuidarlos y tenerlos ocupados en actividades fructíferas nos facilita a los padres hacer diligencias, atender la casa, entre otras cosas”.
Martínez también recomendó inculcarle a los más pequeños juegos “que estimulen su pensamiento lógico —como rompecabezas o memoramas o legos— que ellos puedan asociar por la forma o el color. “Es increíble el nivel de aprendizaje que nuestros hijos pueden adquirir a partir de juegos sencillos. Nos divertimos nosotros y ellos estimulan su desarrollo psicométrico”. “Cuando nuestros hijos no hacen practicamente nada, necean y se vuelven, desde pequeños, poco productivos. En vez de ver mucha televisión, lo más provechoso es inculcarle actividades donde se explayen, recomienda Martínez.
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