El que fuera presidente del Comité Organizador Local del Mundial de 2010 disputado en Sudáfrica, Danny Jordaan, reconoció que el organismo que dirigía pagó, en 2008, diez millones de dólares a la FIFA, aunque ha negado que fuera un soborno.
Las declaraciones de Jordaan, publicadas ayer en el Sunday Independent, vienen días después de que una investigación del FBI acusara a dirigentes de la FIFA de recibir diez millones de dólares de Sudáfrica a cambio de su apoyo en la votación final sobre el país anfitrión del Mundial de 2010.
Tanto el gobierno sudafricano como la Asociación Sudafricana de Futbol (SAFA) —de la que Jordaan, que acaba de ser nombrado alcalde de la ciudad sureña de Port Elizabeth, es presidente— han negado cualquier pago a cambio de votos para organizar la Copa del Mundo.
Según Jordaan, los diez millones de dólares se pagaron a la Confederación de Futbol de América del Norte, Central y el Caribe (Concacaf) para promover el desarrollo del futbol en la zona.
El presidente de la Concacaf era entonces Jack Warner, que ocupaba también la presidencia de la FIFA y quien, según la investigación del FBI, recibió el supuesto soborno de diez millones de dólares para votar por Sudáfrica y conseguir el apoyo para esta candidatura de otros dos miembros con derecho a voto.
POSIBLE INTERROGATORIO
Mientras tanto, André Marty, portavoz del fiscal federal suizo, señaló que “el presidente de la FIFA no será interrogado en este momento” de la investigación. “Si hace falta será interrogado en el futuro”, en referencia a las condiciones de atribución controvertida de los Mundiales 2018 y 2022 a Rusia y Catar tras una votación del organismo en diciembre de 2010. Los siete responsables de la FIFA detenidos el miércoles en diferentes establecimientos, indicó el domingo un portavoz de la Oficina Federal de la Justicia, Folco Galli, “no tienen contacto entre sí” por el riesgo de colusión, precisando que los siete se oponen a ser extraditados.
14 a 10 se impuso la candidatura de Sudáfrica a la de Marruecos en la votación final, celebrada en 2004 gracias a los votos de Warner y otros dos directivos, quienes habrían recibido parte del dinero.
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