Eduardo Montealegre dice estar convencido de que habrá cambios en el sistema electoral antes de las elecciones presidenciales del próximo año, pero de no haber asegura que él y el partido que preside, el Partido Liberal Independiente (PLI), no se postularán en dichos comicios.
En esta entrevista explica que si el presidente inconstitucional Daniel Ortega no accede a realizar los cambios presentados por la Coalición Democrática, el país sufrirá una “confrontación fratricida” que ya se vivió en épocas anteriores y que nadie quiere vivir de nuevo.
Usted dijo que no irá a elecciones si no hay cambios en el sistema electoral…
En primer lugar lo que dije lo dije yo como Eduardo Montealegre y a propósito lo puse en mi página de Facebook, porque no se lo había presentado al Comité Ejecutivo, en ese momento, ni a la bancada ni a la Coalición. Simplemente era mi opinión que creo que recoge el sentir de muchos nicaragüenses, recoge el sentir de lo que dijo la Conferencia Episcopal, lo que ha dicho el mismo Cosep en diferentes pronunciamientos, de que, más que condicionamientos, son exigencias del pueblo que quiere que su voto sea tomado en cuenta, ya la gente está cansada de ir a votar pero no a elegir.
Porque vamos a votar pero el que elige es el Consejo Supremo Electoral o el que ejecuta la orden de allí arriba, de cómo es que se elige, es el Consejo Supremo Electoral. Algunos dicen: si cambiamos a los magistrados es la solución. Esa no es la solución. La solución es lo que nosotros planteamos como mínimo para que se pueda ir a las elecciones, para que vos a la hora de votar elijás también. De lo contrario veo un camino no muy positivo para el país.
¿Todavía no es una decisión tomada?
No. Esa es mi propuesta. Yo no estoy ni jugando ni titubeando ni chamarreando. Si eso no se da, esa va a ser mi propuesta y esa va a ser mi clara posición. Y si tengo influencia, tengo influencia.
¿Y si el PLI no acoge esa propuesta?
Será problema del PLI, no cuenten conmigo.
Me dice que la solución no es cambiar a los magistrados…
No, sería obviamente… Lo que estoy diciendo es que si cambian los magistrados (…) podés poner un nombre para cambiar a Roberto Rivas, pero no es solamente cambiar a Roberto Rivas la solución si aquí no hay un cambio fundamental. (Ese cambio consiste) en que se publique toda la normativa electoral al mismo tiempo; que se publiquen los resultados de las actas, junta por junta, no por centros de votación; que de nada sirve que no se le den cédulas a todos los nicaragüenses. ¿Qué importa que esté ahí ese (Roberto Rivas) o que esté el otro? Si es la misma cosa. Aquí lo que tienen que haber son cambios fundamentales que ya están en la Ley, no estamos diciendo cambiemos la Ley, reestructuremos, si no que sean cambios fundamentales en que la gente cuando los ve diga: ahora sí, me siento tranquilo que a la hora de votar voy a ir a elegir también.
Hablando sobre el tema de las cédulas, Roberto Rivas dijo el año pasado que el 98 por ciento de la población está cedulada…
¿Y vos le creés?
Es lo que él dijo.
Ese es el problema, no tienen credibilidad.
Ustedes están pidiendo cambios en el sistema electoral desde hace mucho tiempo, pero no pasa nada.
Esas exigencias mínimas se tienen que dar para que haya un proceso electoral medio limpio, para que los partidos que somos verdaderamente oposición podamos ir a las elecciones. Estate claro que los grandes cambios en el mundo los hacen las minorías, no las mayorías.
¿El plan sería únicamente no participar o van a tomar otras acciones?
Estamos comenzando a platicar. Hoy (lunes primero de junio) tuvimos una discusión por primera vez ahí en la bancada sobre este tema, pero aquí no podemos simplemente seguir haciendo lo mismo. Así como el presidente (Barack) Obama reconoció que la política con Cuba, si después de cincuenta años no había funcionado, tenemos que cambiar la política, es lo que él dijo, tenemos que hacer algo distinto. Igual estoy diciendo yo. Seguir haciendo lo mismo que hemos venido haciendo, no va a cambiar.
(Daniel) Ortega, quien se mantuvo por diez años en el poder, en los ochenta, a pesar de que se estaban matando cincuenta mil personas, te indica que hay algo que dice que no es con cualquier presioncita que se va a quitar o que va a cambiar.
La otra es buscar que él mismo diga: no quiero acabar como Stroessner, no quiero acabar como Pérez Jiménez, no quiero acabar como Trujillo, no quiero acabar como Somoza, quiero que después de mí venga la democracia en este país. Y por eso estoy diciendo yo que tenemos que hacer las cosas distintas. Tiene que haber no solamente una gran coalición de partidos políticos o de políticos, o de movimientos políticos, tiene que estar el sector privado, tiene que estar la Iglesia, algunos otros sectores que comprenden que los problemas, como lo decía el mensaje de la Conferencia Episcopal, es que la gente tiene que sentirse que hay alternabilidad en el poder porque su voto vale.
¿La idea suya qué tanto podría ser aceptada en el PLI?
El PLI no va a ser un zancudo. Tenemos que lograr que haya cambios fundamentales, de lo contrario yo veo encaminado al país por un mal rumbo y, de repente, si no hacemos caso a lo que yo estoy diciendo, aunque hoy algunos se ríen, al igual que se reían en el (año) 77, 78 del Frente Sandinista (FSLN), tarde o temprano nos vamos a ver en otra confrontación fratricida en este país y nadie la quiere, yo soy el primero que no la quiere.
Yo solo estoy levantando una bandera, una señal de preocupación de que eso puede pasar. Y no es que tengamos las cosas económicamente perfectas, (no es que) que el sector privado está muy contento, está preocupado. Hay gente del sector privado que está preocupada. Aquí en algunos sectores estamos viviendo un espejismo económico, igual que se vivió a finales de los años setenta, igual que le decían a Somoza, Somoza forever , igual le están diciendo a Ortega.
Hay algunos diputados del PLI que están protestando los miércoles frente al Consejo Supremo Electoral…
Está bien. Tenemos que haber diferentes expresiones. Yo lo veo mucho más global. Ahorita, tal vez no habrá mucha gente, porque la gente no quiere que la apaleen, están preocupados por qué comen.
¿Usted no se sumaría a las protestas?
No es cuestión de que si yo voy o no voy, es que la gente vaya. Este no es un país de caudillos opositores, debemos de ser un país de opositores, todos, para lograr los cambios sin que haya una confrontación fratricida en este país. De lo contrario, vamos mal.
Por lo que se ve no habrá cambios en el sistema electoral…
Yo no acepto eso. Estoy convencido que tiene que haber cambios. Si seguimos como vamos, vamos a una confrontación fratricida. Si me decís que Ortega no tiene voluntad política… Tampoco la tenía Stroessner, tampoco la tenía Trujillo, tampoco la tenía Somoza y mirá cómo acabaron. Creo que Ortega es inteligente, entonces tiene que haber una salida a estos problemas, una salida de Ortega con Ortega, de lo contrario, Stroessner, Trujillo, Somoza, Ubico, Pérez Jiménez, todos acabaron igual, con el pueblo en las calles y ellos en el exilio o peor todavía.
¿El proceso de unidad se estancó?
No. Más bien esa es otra área que tenemos que trabajar, pero tenemos que ampliar, porque el tema fundamental, si vos leés la carta de la Conferencia Episcopal, que dice: respetemos el voto del pueblo. Si vos leés algunos de los escritos del presidente del Cosep, la semana pasada, habla del tema de la institucionalidad, habla del respeto al voto. Por eso dije el otro día que la institucionalidad no es chagüite ni de políticos ni de diputados, sino que es un anhelo de todos los nicaragüenses.
¿Cómo van a elegir el candidato para las elecciones presidenciales de 2016?
Antes de elegir un candidato, el tema es que un ciudadano a la hora de votar pueda elegir. De nada sirve que hayamos elegido candidato de la manera más democrática y que a la hora de votar el ciudadano no pueda elegir. El respeto al voto es mucho más importante que hablar de elegir candidatos.
Lo importante es que cuando el ciudadano votó, eligió, y no que venga un grupito y diga: “Vos votaste así pero yo soy el que elijo”. Eso es lo que queremos cambiar. Es irrelevante que Ortega sea el candidato o no.
¿Van a iniciar negociaciones con el Frente para que se produzcan estos cambios?
Si nosotros no convencemos a Daniel Ortega, al Frente Sandinista, si no logramos alternabilidad, mal va a ir el país.
Yo quiero entender ¿cómo van a lograr esos cambios?
Si eso fuera fácil ya te lo hubiera dicho, ya lo hubiéramos logrado. Lo importante es que todo el pueblo esté compenetrado qué eso es lo que tenemos que hacer.
Las exigencias mínimas
El presidente del PLI, Eduardo Montealegre, ha dividido en tres grupos las exigencias mínimas que pone para participar en las elecciones de 2016: publicidad de la normativa electoral, garantías de transparencia y reformas institucionales al Consejo Supremo Electoral (CSE).
Dentro del primer grupo está que se publique simultáneamente toda la normativa electoral como reglamentos, manuales y formatos del material electoral y que no haya publicaciones tardías, arbitrarias e inconsultas.
En el segundo grupo se exige que haya cedulación gratuita y expedita para todos los ciudadanos, que se garantice el ejercicio del derecho al voto a los nicaragüenses residentes en el exterior, tal y como lo manda la Ley. Además, que haya observación electoral nacional e internacional en todas las instancias del poder electoral y fiscalización de los partidos políticos, así como contar con un padrón electoral íntegro, público y actualizado y también que se publiquen los resultados provisionales con detalle junta por junta.
Por último, que se nombre a los presidentes y primeros miembros de los CEM, CED y CER cumpliendo con el principio de alternabilidad entre las fuerzas políticas y que se elimine la figura del coordinador de centros de votación, porque no existe en la Ley, entre otras exigencias.
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