El encierro con latas que miró el pueblo de Nandaime durante ocho meses alrededor del parque central desapareció recientemente con la culminación de la obra, cuya ejecución ha sido cuestionada por cuanto no corresponde al costo presupuestado de ocho millones de córdobas, según los concejales liberales.
“La verdad no es lo que esperábamos”, dijo Mayra Sánchez. Otros aprobaron la vistosidad del lugar y los lustradores se alegraron de que por fin terminaran la obra para volver a trabajar.
El sitio cuenta con piso de cemento, dibujos que representan al baile tradicional de los Diablos, bancas estilo colonial de madera y metal, además hay varios oasis con agua helada, faroles, grama, un monumento dedicado al poeta Rubén Darío, entre otros.
Para sorpresa de los concejales opositores en la sesión extraordinaria del viernes pasado, el ingeniero Róger Largaespada, en representación de la empresa Largaespada & Sons Consultores y Constructores SA, (L&SSA), se presentó para solicitar la cancelación de un monto aproximado de cuatrocientos mil córdobas que aún le adeuda la Alcaldía por la primera etapa e inicio de la segunda.
Según la concejal Blanca Urbina, del PLI, esta empresa fue separada del proyecto mientras se realizaba el inicio de la segunda etapa y dijo que el alcalde José Guillermo Martínez Rodríguez, se comprometió, en esa sesión, que hoy sostendría una reunión con el ingeniero Largaespada para ver la forma de pago.
Explicó que hay inconformidad y muchas inquietudes por parte del pueblo, puesto que esa obra no puede costar ocho millones de córdobas. Dijo que es mucho dinero para haber puesto unas bancas con madera de mala calidad y un piso de cemento que ni siquiera está nivelado.
LA PRIMERA ETAPA
En la primera etapa de construcción del parque de Nandaime la empresa constructora cobró 1,696,268 córdobas, según se lee en el contrato.
La segunda etapa, según la concejal Blanca Urbina, del PLI, se hizo de forma “discrecional” y sin consultar al Concejo Municipal.
“No hubo contratación nueva para el parque, es más, se le dio (la obra) a una muchachita que está haciendo una pasantía y es hija de un concejal. Ella trabaja en la Alcaldía y se hizo cargo de la segunda etapa del parque que solo son embarros de cemento y pintura”, dijo Urbina.
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