Nicaragua tiene derecho a dragar su río San Juan en su parte última hacia la desembocadura en el mar Atlántico, sedimentación que sufre de la “actividad piñera desproporcionada” costarricense, según Nicolás Boegling, consultor y docente de derecho internacional público de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“De toda la zona norte de Costa Rica, hay un uso desproporcional del suelo que aumenta exponencialmente el efecto de erosión como es la piña”, dijo Boeglin en una ponencia sobre otro tema tampoco ajeno para los efectos del San Juan como es el proyecto del canal interoceánico en Nicaragua.
“El 55% de la producción piñera en Costa Rica se da en los cantones del norte (fronterizos con Nicaragua). Significa que hay más volumen de sedimento que el natural y es normal que se taquee el río San Juan en su Delta y es perfectamente legítimo que Nicaragua quiera proceder a dragar el río San Juan”, añadió.
Costa Rica es el mayor vendedor de piña. Según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), en el año 2013 el país exportó 1 millón 939 mil 680 toneladas métricas de la fruta, principalmente a mercados como Estados Unidos y Europa; significando el 60% del comercio mundial.
En 2012 el cultivo de piña en Costa Rica ocupaba 42 mil hectáreas y su exportación reportó ingresos por 780 millones de dólares. La mayoría de su cultivo se da en cantones fronterizos con Nicaragua como Upala, San Carlos, Sarapiquí y Los Chiles, algunos de ellos con ríos afluentes del san Juan que arrastran sedimento erosionado de estas zonas.
La afirmación de Boeglin incomodó a Arnoldo Brenes, funcionario de la cancillería tica y uno de los juristas que asesora a su país en los conflictos fronterizos con Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
“Yo no voy a defender a las piñeras pero eso es tampoco es del todo tan simple. Lo cierto es que históricamente el Río San Juan ha recibido sedimento y está documentado desde el siglo XIX, el sedimento viene desde las montañas”, dijo sin amplitud el jurista.
Brenes dijo que comparaciones con estudios binacionales desde hace cuatro décadas demuestran que en esa época los niveles de sedimentos que el río San Juan recibe son parecidos a los de ahora.
“Los niveles de sedimentos en aquel que tienen son más o menos los de ahora. Llegar a afirmar que el sedimento del río San Juan proviene de la actividad piñera de Costa Rica es una afirmación simplista”, cuestionó.
Desde finales de 2010 Nicaragua draga su río San Juan desde la parte del Delta hacia la desembocadura del San Juan, unos 30 kilómetros río abajo; lo cual ha generado conflictos con Costa Rica que incluso han ido a parar a la Corte Internacional de Justicia.
Norving Torres, presidente de la Fundación Amigos del Río (Fundar), dijo hace tres años a LA PRENSA que cada día Costa Rica arroja 40 mil metros cúbicos de sedimentos cargados de sustancias tóxicas a Nicaragua y removerlos cuesta al menos 20 dólares por unidad.