Cuando imaginamos una vivienda de estilo rústico concebimos un espacio antiguo, más bien oscuro, con piezas curiosas y heredadas, dominada por elementos de madera y suelos o paredes de piedra. Pero la tendencia decorativa ha evolucionado.
Es un estilo que gana más adeptos que pretenden resistirse a la imposición del diseño tecnológico y vanguardista. Se adapta perfectamente a casas rurales y es menos empleado en ambientes urbanos.
PINTURA Y COLORES
Los colores que predominan en los interiores son los de las maderas y la piedra, complementándose con tonos terrosos, hueso, beige, tostado, arena, terracota, algunos verdes y tonalidades rojizas.
En paredes, para aumentar la rusticidad de las mismas, se puedan emplear alguna de las diversas técnicas decorativas de pintura como esponjado, craquelado o veladura, señala el portal especializado Casa y Color.
El estilo de aplicar el color en las paredes también debes tenerlo presente. Si huyes de la clásica pintura sólida y te decantas por la técnica del esponjado, estarás ganando puntos para el éxito de tu decoración rústica.
MUEBLES Y ELEMENTOS DECORATIVOS
Una decoración rústica luce con muebles antiguos, arcones, distintos utensilios en forja negra, objetos en mimbre, muebles de ratán, jarrones de barro, pieles naturales, tejidos artesanales y adornos que, casi de una manera excesiva, completan el conjunto.
El portal Deco Pasión aconseja que para los accesorios o complementos decorativos, decántate por elementos que te recuerden a la vida en el campo: cestas de mimbre, jarrones de barro con flores naturales, macetas de terracota con plantas, vajilla de cerámica, percheros de forja, espejos ligeramente envejecidos o con marcos de madera, entre otros.
USO DE TEXTILES
Las telas rústicas de algodón, telas lisas y estampadas con motivos florales son las predilectas. Es muy común el uso de mantas tejidas en los dormitorios o en sillones en tonalidades naturales o tonos vivos.
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