La mayoría de nosotros conoce a alguien que siempre llega a tiempo, porque odian los retrasos. Si se retrasan se vuelven paranoicos. Pero también conocemos a más de alguno que siempre es impuntual. Según la investigación llevada a cabo por el Doctor Jeff Conte, de la Universidad de San Diego, existen dos clases de personas: las de clase A y las de clase
B. Las primeras disponen de la capacidad para percibir el tiempo de una manera más precisa, mientras que las segundas perciben el tiempo de forma más lenta. Sin embargo, también cabe destacar que la percepción temporal de las personas se resuelve con un simple reloj, por lo que las excusas para las personas impuntuales no serán del todo justificadas. Por otro lado, las culturas también otorgan diferentes variables al concepto de puntualidad. Por ejemplo, mientras que en España llegar cinco minutos tarde se contempla como cierta puntualidad, en otros países como Alemania esos cinco minutos suponen un retraso considerable.
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