La captura en Nicaragua y luego reclusión en la cárcel de tortura El Chipote de un empresario costarricense esposo de una ex viceministra de seguridad pública, será elevada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de Washington, Estados Unidos, ante la negativa nicaragüense de aclarar su condición y de brindarse asistencia humanitaria y legal.
Los familiares de José Daniel Gil Trejos, de 55 años, quien permanece incomunicado y sin ropa en El Chipote, pedirán medidas cautelares a la CIDH mediante la intervención del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil); según la Defensora de los Habitantes, Monserrat Solano, y el canciller de Costa Rica, Manuel González.
Ambas instituciones acompañarán las diligencias de familiares ante la Comisión, informaron Solano y González por separado. La esposa del detenido, la viceministra de Seguridad Pública durante el anterior gobierno de Laura Chinchilla, Marcela Chacón, explicó que Gil Trejos se encuentra en un calabozo de El Chipote, desnudo y sin acceso a asistencia humanitaria y legal.
Añadió que su condición de salud está deteriorada porque es hipertenso. Gil Trejos fue detenido el pasado 26 de mayo.
González dijo que el sábado la Dirección de Auxilio Judicial le permitió al reo ser visitado por representantes de la embajada tica en Managua. “Dichosamente el día sábado se pudo comprobar que por lo menos está vivo. Alguna vestimenta que se había hecho llegar y medicamento por nuestra embajada en Nicaragua no había sido entregados, de modo tal que es una situación lamentable para todo ser humano, sea costarricense o de cualquier otra nacionalidad”, cuestionó el canciller.
“Nos sorprende sin duda alguna la falta de comunicación, de respuesta, la cancillería ha cumplido con todos los trámites necesarios en una circunstancia como esta, lo hacemos con regularidad en relación con todos los otros costarricenses de los que tenemos noticias con una detención alrededor del mundo”, añadió González.
Costa Rica sigue quejándose que a casi un mes de haber sido capturado el empresario, no se le ha remitido con cargos ante un juez o tribunal, tampoco existe un proceso de extradición a México, país que habría girado una orden de captura internacional en su contra hace dos años.
“Lo que hemos escuchado informalmente es que existía una orden de captura internacional girada por la interpol del año 2013, a solicitud de México, alegando la comisión de un fraude en ese país. El señor Gil hasta donde yo conozco residió por el espacio de 30 años en México y se le achaca la comisión de un delito de fraude pero todo esto no está confirmado hasta ahora, si eso es así lo que procede es que el gobierno mexicano, cosa que estamos confirmando, presente formalmente su solicitud de extradición a las autoridades judiciales nicaragüenses y que ese trámite inicie en relación con su eventual extradición”, explicó.
“La familia del señor Gil ha anunciado la interposición de algunas acciones judiciales (en Nicaragua), un recurso de habeas corpus, la interposición de medidas cautelares con ayuda de Cejil en la CIDH de Washington, la cual una vez conozcamos su texto y haya sido presentada el gobierno de Costa Rica la analizará y probablemente coadyuven en esa gestión”, añadió.
Lo que Costa Rica quiere más allá si el costarricense cometió o no delito, es que se le garantice un debido proceso con el gozo pleno de derechos legales y humanos.
Este país ha mediatizado esta captura al punto de haber llamado a la cancillería al embajador de Nicaragua en Costa Rica, Harold Rivas, quien conoció la queja del canciller González pero no brindó información alegando que solo conoce lo publicado por la prensa de los dos países.
“Las relaciones (con Nicaragua) han sido como yo lo he anunciado en distintas ocasiones de una cierta tensión. Yo no quisiera y aspiro a que esto no exacerbe pensamientos o deseos o sentimientos entre los pueblos que sean innecesarios. Aquí no se trata de una actuación del pueblo nicaragüense sino de un proceder de autoridades penitenciarias que es lo que estamos reclamando”, concluyó el canciller.