Un nocaut 11-0 sobre Cuba en siete entradas no debe ser motivo de alarma nacional, pero este resultado ofrece pistas sobre los puntos más débiles de la Selección de Beisbol Nicaragua, la que intentará alcanzar una medalla en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Ayer, el equipo nacional cayó por segunda vez en la serie de fogueo que se desarrolla en Cuba. La derrota era de esperarse, pues la dirección del equipo usó el juego de laboratorio para analizar alguna variantes en la alineación. Pero los errores, no pueden pasar desapercibidos.
Moisés Flores fue colocado segundo en la alineación y jardinero izquierdo, se probó con Winston Dávila en la receptoría, se le dio la titularidad en la segunda al joven Darwin Sevilla y a Edgard Montiel en la primera base.
Un jugador de siempre en el equipo nacional es Ofilio Castro, que cometió par de pifias en la tercera base, mientras que Flores tuvo una en el jardín izquierdo, para los tres errores marcados a la defensiva nacional. Pero hubo otro fuera de las estadísticas, aunque costó una carrera al equipo.
Dávila, en el segundo episodio, cometió el error que no se marca. Con hombres en segunda y tercera, Yorbis Barroto sacó un rodado a la segunda base, donde Darwin Sevilla resolvió sin problema y tiró a home, pero al receptor le falló la cuenta y en lugar de tocar al corredor, como se debía, solo pisó el plato, pues al parecer pensaba que la situación era de bases llenas.
El error mental de Dávila costó una carrera, pero además, un out que pudo simplificar una entrada que terminó en tres anotaciones.
Con este desliz del receptor, una vez más queda en evidencia la debilidad que posee el equipo nacional en esta posición, pues Dávila no ha podido adueñarse del puesto, mientras que aún persisten las dudas sobre la fortaleza del brazo de Janior Montes.
Aún falta ver en acción a Alberto Espinoza, el rivense que llegó al país proveniente de la liga nicaragüense de Miami. Además, se espera que el dominicano nacionalizado Luany Sánchez se una al conjunto, después de terminar su compromiso en una liga mexicana.
El de Flores en el jardín izquierdo costó una carrera, pero quizás este es el menos preocupante, pues la dirección del equipo decidió colocar a este pelotero atrás como una variante o prueba, pues Flores ha sido un primera base efectivo en el beisbol nacional y en sus llamados a la selección.
Los de Castro se han hecho un poco más frecuentes, pues errores de su parte costaron carreras importantes a los Dantos en la semifinal del beisbol nacional. ¿Será la hora de que Castro asuma otra posición diferente a la tercera base? Podría ser, aunque un diagnóstico ahora sería prematuro.
La ofensiva nicaragüense otra vez se vio reducida, ahora a cuatro hits, disparados por Castro, Dwight Britton, Darrel Campbell y Edgard Montiel.
Pero hay que dar mérito al contrario, pues en la colina estuvo Yoanis Yera, que en la Serie Nacional de Cuba tuvo balance de 7-3, (colíder en triunfo), ponchó a 55 en 59.1 capítulos y lanzó para efectividad de 3.34.
Los ocho ponches (fueron nueve en total) de Yera sobre la novena nicaragüense no son para sorprender, aunque el bateo nacional deberá hacer ajustes pronto.
Una buena noticia en el equipo nacional fue ver a Darrel Campbell jugar todo el partido en el campo corto, después que terminó la temporada en la pelota local lesionado.
Vulnerable
A diferencia del primer juego, en el que el picheo nicaragüense se vio bien al solo aceptar tres carreras, en el segundo encuentro ayer ante Cuba, los brazos nacionales se vieron vulnerables.
El abridor Bucardo aceptó cuatro carreras y ocho hits en solo 3.1 entradas; la cuenta de Samuel Estrada fue de tres anotaciones, incluyendo el segundo jonrón en la serie de William Saavedra, dos hits y dos boletos; Jaysson Aburto (debutante) solo pudo sacar un out y recibió cuatro carreras (dos limpias).
Shawn Gómez no permitió carrera al conseguir dos outs, aunque concedió el hit que marcó el nocaut. Horace Rigby dio un boleto y consiguió un doble play, para resumir su aparición.
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