Desde hace ya varios años viene llamando la atención a no pocos nicaragüenses las respuestas que las personas dan en las encuestas.
Si se toma un cuadro de la tendencia de las respuestas que vienen dando a las preguntas sobre temas políticos, se puede notar que a partir de las elecciones presidenciales del año 2011, las respuestas que favorecen al presidente inconstitucional, su gestión de gobierno y su partido son altamente favorables, en realidad en niveles que se podría afirmar son únicos para partidos y gobernantes que han estado en el poder por más de ocho años, como es el caso del Gobierno actual en Nicaragua.
Sin embargo, casi a partir de la fecha arriba señalada, las empresas encuestadoras empezaron a explicar en la presentación de sus estudios que cada vez más el nicaragüense está menos anuente a opinar sobre temas políticos o hablar de política frente a desconocidos.
Dicho esto, el pasado 23 de junio algunos medios de comunicación dieron a conocer una encuesta que la empresa Borge y Asociados realizó, según los reportes periodísticos, en mayo. Al igual que en el caso de las otras dos empresas encuestadoras, las respuestas registradas fueron altamente positivas para el Gobierno y el partido oficialista.
Por ejemplo, el presidente inconstitucional Daniel Ortega obtiene un 77.1 por ciento de opinión favorable y su esposa Rosario Murillo el 67.8 por ciento de opinión favorable, “siendo los dos personajes más populares de Nicaragua”, aclara el reporte. Asimismo, la gestión presidencial tiene un 73 por ciento de apoyo.
Sin embargo, es curioso que cuando se le pregunta a la gente cuál es el principal problema del país, el 32.1 por ciento diga que es el desempleo; el 21.8 por ciento señala la situación económica; el 8.2 por ciento dice que el costo de la vida; el 6.9 por ciento los bajos salarios y el 3.8 por ciento la pobreza. En total un 72.8 por ciento considera que la situación económica es un gran problema en el país.
La identificación del problema económico como el principal del país “es consistente” en los resultados de las tres empresas encuestadoras, explica uno de los reportes periodísticos.
Cabe preguntarse entonces si siempre los nicaragüenses han disociado la situación económica con la gestión y la popularidad del mandatario en ejercicio.
En una encuesta de Cid Gallup de abril de 2006, cuando se le preguntó a los encuestados cuál era el principal problema del país, los resultados fueron los siguientes: desempleo: 44.8 por ciento; alto costo de la vida: 6.7 por ciento; economía y pobreza: 1.2 por ciento, para un total de 52.7 por ciento que considera los problemas económicos como los principales del país. Curiosamente, en aquella encuesta la respuesta “bajos salarios” no marca.
Pero ¿cómo estaba la popularidad del entonces presidente Enrique Bolaños en esa misma encuesta? Bolaños en esa encuesta tenía apenas un 32 por ciento de opinión favorable. Y solo un 22 por ciento opinaba que la gestión de gobierno de Bolaños era muy buena o buena.
Guardaban relación en aquellas respuestas la opinión de la situación económica con la opinión sobre el presidente y su gestión. Esa relación se ha roto y no pueden dejar de ser importantes factores a considerar la reticencia para hablar sobre temas políticos que señalan los encuestadores.
Y si hay reticencia, hay descontento y temor. Una señal que ninguno de los sectores de la sociedad puede darse el lujo de tomar a la ligera.
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