Con más de 350 años de tradición, las festividades dedicadas a San Pedro Apóstol permanecen en la actualidad con el mismo fervor religioso en el municipio de Diriá. La venerada imagen ayer recorrió las calles del poblado en su día principal en medio de la tradicional bulla de los chicheros y de los chilillazos.
Giancarlo Ruiz destacó que estas astillas son realizadas de bejucos muy flexibles de árboles como el mamón, papa miel y quita calzón. Dijo que aunque la Iglesia católica en algún momento desaprobó este tipo de actos en la fiesta, ha sido muy difícil erradicarlo, puesto que ya está muy arraigado en la tradición de la gente que lo realiza por promesas al santo.
Desde el 18 de junio comenzó esta festividad con la bajada de la imagen, prosiguió el novenario hasta este 28 en la madrugada cuando se realizó el saludo especial con Las mañanitas .
Ayer fue la misa solemne que presidió el obispo Jorge Solórzano y el padre Roberto Ramos, cura párroco del templo, junto con el clero de la Diócesis.
Los nacatamales y comidas típicas no faltaron en este día principal, como ocurre en el resto de actos religiosos que culminarán el 19 de julio.
Anoche fue la vela y se realizaron los juegos de pólvora y la coronación de la reina.
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