La mayor sequía en casi 150 años y niveles de polución que no se registraban en más de una década. La Copa América de Chile, que vive sus duelos finales, se ha desarrollado bajo condiciones climáticas adversas.
Una densa nube de esmog ha cubierto Santiago y otras ciudades del país en las últimas semanas, convirtiéndose en un protagonista indeseado del torneo deportivo que reunió en Chile a 12 Selecciones y que este sábado vivirá su duelo final en el Estadio Nacional de la capital.
Los casi setenta mil hinchas que viajaron para presenciar la Copa y los cerca de ochocientos periodistas acreditados han padecido directamente los efectos de la polución: ojos enrojecidos, gargantas y narices constipadas y un mayor agotamiento, producto del menor oxígeno.
Similares condiciones, en la mitad de las ocho ciudades sedes, enfrentaron los 276 deportistas convocados. Varios duelos, como la semifinal entre Chile-Perú este lunes en Santiago, “se han disputado bajo estado de preemergencia ambiental”, el segundo nivel de alerta en la escala oficial.
Hace una semana, la capital chilena vivió su primera emergencia ambiental, el mayor nivel de alerta decretado en 16 años, lo que obligó a paralizar al cuarenta por ciento del parque automotor de Santiago y a un millar de fábricas. Si bien no se jugaron partidos de la Copa, al menos cuatro Selecciones practicaron ese día.
Por disposiciones de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) ningún duelo de Copa América puede suspenderse por los altos niveles de contaminación ambiental.
El menor nivel de oxígeno atenta contra de los deportistas de alto nivel, de acuerdo con especialistas.
“No hay duda que hay una pequeña merma del rendimiento físico producto de la contaminación”, señaló a la AFP el especialista en Medicina Deportiva de la Clínica Meds, Luis Maya.
CHILE INVADIDO
70,00 hinchas llegaron a Chile para apoyar a sus Selecciones en la Copa América.
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