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LA PRENSA/ W. ÁLVAREZ

La pobreza no se resuelve con regalos

A pesar de la bonanza económica que América Latina ha vivido en los últimos años, en 2010 uno de cada dos latinoamericanos que vivía en la zona rural era pobre, en tanto que uno de cada tres caía en la condición de pobre extremo.

A pesar de la bonanza económica que América Latina ha vivido en los últimos años, en 2010 uno de cada dos latinoamericanos que vivía en la zona rural era pobre, en tanto que uno de cada tres caía en la condición de pobre extremo. Esa realidad, descrita por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), contrasta sin embargo con los años de crecimiento económico que la región experimentó entre 2004 y 2008, empujado principalmente por los elevados precios de las materias primas.

Y es que reducir pobreza en las zonas rurales ha sido una batalla que América Latina no ha podido ganar. Ha sido un proceso lento y difícil de resolver. Tanto así que, según la Cepal, en un década —entre 2000 y 2010— la región apenas pudo reducir en nueve puntos la tasa de pobreza rural, la que pasó de 62 a 53 por ciento, esto a pesar de que la región se vio favorecida por crecimientos económicos sostenidos entre 2004 y 2008.

La situación es peor si se echa una mirada a la tendencia de largo plazo, por ejemplo, los últimos treinta años (1980): la pobreza rural general apenas se redujo siete puntos porcentuales a finales de 2010 y tres puntos la pobreza extrema.
Desde hace treinta años el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) se ha unido a esa lucha que libran los gobiernos latinoamericanos en las zonas rurales. Claus Reiner, gerente de programas División de América Latina y el Caribe del FIDA, admite que reducir pobreza es lento, pero si se desarrollan las políticas correctas para atender el campo, acabar con este flagelo es posible. Advierte que este mal no se resuelve de la noche a la mañana impulsando políticas de regalías. “Muchas veces los problemas (de pobreza rural) no tienen su origen en la falta de capitalización, sino también en la falta de capacidades de utilizar maquinarias para trabajar bien en organizaciones y para relacionarse con Gobierno y empresas”, afirma.

¿Cuáles son los desafíos que tiene América Latina en su lucha de reducir la pobreza rural?

Son bien distintos los desafíos de los países porque la situación en cada uno es muy diferente. Yo trabajo en tres países de la región: Argentina, Paraguay y Uruguay, y en esta región del cono sur veo que hay grandes diferencias: en Paraguay tenemos una población rural muy alta, del cuarenta por ciento de la población total y muchos de estos pobladores son productores de la agricultura familiar y viven en una situación de casi subsistencia, venden muy poca producción y tienen muy poco inserción en los mercados. Si ves a Uruguay la situación es muy diferente porque la población rural es más o menos diez por ciento y solamente el diez por ciento de esa población se encuentra en situación de pobreza, ahí es una situación mucho más de marginalización de una pequeña parte de la población, la que son muy difícil de alcanzarle, porque a pesar de los esfuerzos del Gobierno en Uruguay siempre continúan esas bolsas de pobreza rural, algo que se repite en América Latina.

¿Qué hay detrás de la baja tasa de pobreza rural en Uruguay? ¿Hay algo que aprender de ese país?

Creo que una parte de este desarrollo se ha originado del traslado de una parte de la población rural hacia la ciudad, principalmente hacia Montevideo, entonces el campo, que siempre ha sido un área de producción agrícola, ha sido mecanizado y por eso ahora ya no requiere de tantas manos, sin embargo, algunos pobladores se han quedado en el campo porque tienen un arraigo muy fuerte con sus tierras y ellos quieren vivir una vida rural y porque quieren vivir del trabajo de sus propias manos, entonces ahí es importante que los gobiernos creen las condiciones para que esas personas puedan continuar ahí y cuidar del territorio (…).

¿Cuál es el camino correcto para reducir pobreza en las zonas rurales?

Estoy convencido que una política correcta de desarrollo rural es aquella que no busca resolver el problema de una manera rápida, es decir que no se diga de una vez vamos a dar unos regalos, unas transferencias, una capitalización y después que la gente se las arregle. Muchas veces los problemas no tienen su origen en la falta de capitalización, sino también en la falta de capacidades para utilizar bien maquinarias para trabajar bien en organizaciones y para relacionarse con Gobierno y empresas. Este proceso de desarrollo rural toma su tiempo y hay que hacerlo relacionándonos de manera fuerte con la población que son los que tienen que tomar las decisiones claves, qué tipo de actividades quieren realizar, qué tipo de forma de producción quieren ejercer, y naturalmente esto deben estar relacionados con el mercado porque no se puede producir cualquier cosa y luego no venderlo, es importante siempre producir lo que necesita el mercado.

¿Cuál es la responsabilidad del sector privado en esta lucha?

El sector privado tiene la responsabilidad de relacionarse con la gente pobre, es decir que debe darle un chance de comprarles y venderles de una manera justa. No se puede aprovechar de una situación de desventaja que muchos productores pobres tienen y que no saben negociar bien. Ahí creo que hay una responsabilidad civil de las empresas de tratar a los productores pobres con dignidad, de aprovechar las condiciones de estos para formarlos y no para aprovecharse de las circunstancias.

Algunas voces críticas dicen que la bonanza de los altos precios de las materias primas no llegó del todo al campo, ¿qué opina?

Los ganadores de la bonanza de las materias primas normalmente viven en un mundo paralelo en el ámbito rural, tienen granjas muy grandes, utilizan pocos trabajadores, no están muy conectados con los pequeños productores que suelen ser vecinos directos de ellos, en muchas situaciones no hay contactos, no hay capacitación de los pequeños productores por parte de ellos, tampoco hay una posibilidad de ellos de alquilar maquinarias de vez en cuando, de aprender nuevas tecnologías de producción. Hay algunos ejemplos aquí en Paraguay, donde se puede ver que hay grandes productores que se relacionan con los pequeños productores, especialmente con cooperativas las que reciben capacitación y transferencia de tecnología, y eso ayuda a reducir pobreza en el campo.

¿Como FIDA qué están haciendo para reducir la pobreza rural en la región?

Estamos desarrollando programas país con una variedad de actividades, principalmente estamos trabajando en la organización de productores para mejorar sus capacidades para adaptarse al cambio climático y relacionarse mejor con los mercados. Para el futuro estamos pensando trabajar también con la misma población en la inclusión financiera y se trabajará en la formación de microempresas rurales.

Sobre el tema de inclusión financiera, ¿por qué es importante que los pobres tengan acceso al financiamiento?

Es muy importante que los pobres rurales tengan acceso a servicios financieros, y ahí no solamente estamos pensando en créditos, sino que es muy importante para ellos que tengan facilidades para el ahorro, para tener un lugar seguro para depositar su dinero, para tener acceso a otros servicios como transferencias de monedas, seguros y también la posibilidad de tener servicios que son más sofisticados.

¿Es optimista el FIDA con lo que se ha logrado en la reducción de la pobreza rural?

En general en América Latina se ha mejorado la situación de la pobreza en los últimos diez años de manera sustancial, donde seguramente la bonanza de las comodities agrícolas han ayudado a ese proceso, y también una tendencia de los gobiernos de trabajar con transferencias para crear condiciones en el campo, apoyar a los más pobres dándoles más posibilidades de enviar sus hijos a las escuelas, apoyarles en el área de producción en lugar de solo darles el alimento para mañana.

¿Qué porcentaje de los ingresos públicos debería invertirse en la zona rural?

Es muy difícil estimar cuánto de las inversiones van al ámbito rural porque muchos de los gastos de los gobiernos se quedan en los ministerios, pero hay planteamientos de que al menos el diez por ciento de los gastos totales de los gobiernos deberían direccionarse al sector agrícola ya que ahí hay muchos pobres que están trabajando. Pero en América Latina muchas veces estamos lejos de esa meta.

Se cuestiona que gran parte de los fondos que se usan de la cooperación internacional para proyectos se quedan en gastos operativos (…), ¿qué opina?

Hay que decir que es muy bueno supervisar las actividades del gobierno y también de la cooperación internacional. Es muy positivo la transparencia en estas actividades y de esta manera el FIDA siempre da la bienvenida al involucramiento de la sociedad civil en interesarse en estos temas, al mismo tiempo hay que decir que muchas veces las inversiones en el desarrollo rural es a través de asistencia técnica, capacitación y formación de la población, justamente porque una transferencia rápida no da los resultados ni la sostenibilidad que se requiere para el desarrollo; en ese sentido muchas veces se están trabajando con técnicos que se contratan para hacer esas formaciones. Muchas veces me veo confrontado con críticas que dicen que estos gastos serían mejor en inversiones directas en las organizaciones de la población rural, pero son inversiones necesarias para que inversiones directas puedan ser bien administradas (…). También es importante por parte del gobierno el uso de los fondos en estas organizaciones para evitar que exista la tentación de consumir rápidamente el dinero (de los proyectos) sino que se use para alcanzar el desarrollo sostenible (…). Creo que entre un diez y 12 por ciento de los fondos son necesarios para ejecutar bien un proyecto, de los fondos restantes un veinte por ciento debe destinarse para asistencia técnica para garantizar la sostenibilidad del desarrollo (…).

En los últimos años hemos visto a la cooperación internacional volcarse hacia África, ¿está dejando América Latina de ser prioridad para los cooperantes?

Creo que a nivel mundial es cierto que en el futuro el enfoque de la cooperación internacional va ser mucho más en África que en países de Asia o América Latina porque la mayoría de los pobres van estar ahí, entonces es justo que se concentren en esos países que tienen muchos desafíos. Al mismo tiempo, es imposible dejar de lado a países o continentes que siguen con dificultades de reducir el resto de la pobreza y si miramos a países como Paraguay, aquí son más de medio millón de personas en pobreza extrema y creo que habrá un enfoque en las bolsas de pobreza que tenemos en la región y países que tendremos que trabajar ampliamente (…).

Si no se avanza con celeridad en la reducción de pobreza rural, ¿cuáles son los riesgos ante el cambio climático?

El cambio climático es una situación muy seria, causado principalmente por los países ricos y los que se han vuelto ricos recientemente, entonces los emisores más grandes de gases de efecto de invernaderos son Estados Unidos, China y también Europa está aportando; entonces los países pobres que sigan con un estado de desarrollo mucho menor sufrirán mucho los efectos del cambio climático, principalmente la población rural de esos países, los que verán vulnerados su producción la que no se puede adaptar de un día para otro, estos países sufren ahora aumentos de temperaturas, lo que está multiplicando las enfermedades tanto en la gente como en la producción y al mismo tiempo hay cambios en las estaciones, lo que ocasiona que no haya certeza de cuándo va a llover (…), además está sufriendo eventos naturales extremos e inundaciones lo que crea riesgos muy grandes para esas poblaciones.

 

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COMENTARIOS

  1. juan nicaragua
    Hace 9 años

    aqui la dictadura mantiene regalanse no su dinero sino lo que regalan paises amigos y prestamnos de multilaterales, porque lo que quiere son borregos, no mejora la calidad porque quierre ignorantes que lo sigan ciegamente

  2. ESO ES VERDAD LA PURA VERDAD.
    Hace 9 años

    Que bueno que el dice algo que es la pura realidad pero el gobierno Orteguista no lo reconoce ya que para el con regalar o dar migajas cree resolver los problemas para el bien d el mismo pero no para el pueblo. La pobreza se combate construyendo ESCUELAS para forjar a los hombres del manana.

  3. Hace 9 años

    Buen reportaje en termino coop. américa latina en caso particular nuestro país nicaragua me atrevo asegurar desde los año 90 hasta 2015 nuestro país de una otra forma ha sido asistido por numero programa y coop. tema pobres en nuestro país monto millonario y seguimos hablando de lo mismo, dado como resultado en nuestra cultura el paternalismo,conformismo,pasividad, dejando aun lado la creatividad,visión superación,sacrificio, interés, tenemos fenómeno industria de la miseria. gracias.

  4. el soñador
    Hace 9 años

    Yo compre trinta manzanas con sacrificio en el mismo sector y nadie me a podido ayudar, pero se nota la disferencia, entre el que le gusta trabajar y el que no, y para colmo le dan provicion mensual para que coma.esto no es justo.

  5. el soñador
    Hace 9 años

    Soy de extraccio campesino. Estoy de acuerdo pero con la ayuda controlada,digo esto por la siguiente experiencia: a un señor mas joven que mi persona le regalaron, 90 manzanas de tierra,le perforaron dos posos,le dieron bonba de viento parta sacar agua y una planta electrica con el mismo fin, le dieron tresmil arboles para que sembra en las rondas de los cercos y por supuesto con los posos y las bonbas mencionadas, irrigara para cenbrar, ortaliza,maiz,pasto para el ganado y no hiso nada, sigue:

  6. Hace 9 años

    Muy cierto ni la limosna ni el regalo resuelven la pobreza. La creación de fuentes de trabajo,la justicia social,el compartir las riquezas de manera equitativa,adecuada educación,son acciones que sí coadyuvan a reducir la pobreza.Corresponde a los gobiernos y el capital el crear estrategias que alcancen el objetivo.

  7. Hace 9 años

    Eso es correcto pero si uno esta con hambre, desnudo y sin casas y alguien le da eso entonces si es bueno en el corto plazo…Es mejor recibir algo que nada. En latinoamerica solo nos hablan de democracia y libertad pero nunca el rico ayuda al pobre y los gobiernos son de elites capitastas desalmados donde el pobre siempre come tierra.

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