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Invertir para sobrevivir

Las políticas destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo están fallando y no podrán ser efectivas hasta que se disponga de una mejor tecnología, sostiene la economista Isabel Galiana, del Centro para el Consenso de Copenhague.

Las políticas destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo están fallando y no podrán ser efectivas hasta que se disponga de una mejor tecnología, sostiene la economista Isabel Galiana, del Centro para el Consenso de Copenhague.

Pero eso se convierte en un reto para países como Nicaragua, que debido a su posición geográfica es más vulnerable a los errores que cometen los países más desarrollados en sus prácticas industriales que contaminan el ambiente.

Galiana afirma que por ello es necesario que el gobierno invierta el 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), para tecnología que permita reducir emisiones de gases, lo que en el caso de Nicaragua equivale a unos sesenta millones de dólares de un PIB de 11,805.6 millones de dólares (hasta 2014, según el Banco Central de Nicaragua).

“A pesar de la existencia del Protocolo de Kioto, y muchas iniciativas nacionales, el hecho es que las emisiones han aumentado casi la mitad desde 1990 y seguirán aumentando durante muchas décadas por venir. Por eso también es necesario gastar 0.05 por ciento del PIB para la adaptación, contribuyendo esencialmente a muchas naciones a lidiar mejor con los impactos climáticos específicos”, expresó la economista mediante comunicación electrónica.

POCA INVERSIÓN

La gerente general de la Fundación para el Desarrollo Tecnológico, Agropecuario y Forestal (Funica), María Auxiliadora Briones, afirma que en Nicaragua la inversión en tecnología en general apenas ronda el 0.2 por ciento y la necesidad de fondos para el eje de cambio climático es una urgencia ya que las variantes se experimentan con intensidad en los campos y cada ciclo productivo puede correr riesgos.

“Existen estudios que demuestran que por estar en el centro del continente, la posición de Nicaragua se ve afectada por las altas emisiones de gases de los países industrializados y creo que con los niveles de crecimiento que experimenta la economía del país es posible pensar en políticas que definitivamente nos preparen para enfrentar desde los niveles más pequeños las variantes del clima y que se cumplan con las regulaciones establecidas”, expresó Briones.

IMPACTO ECONÓMICO SERÍA A LARGO PLAZO

De acuerdo con el estudio Conservación ambiental: una gran inversión, realizado por el director del Centro para el Consenso de Copenhague, Bjorn Lomborg, la variedad de especies que hay en el planeta es importante, por lo que los gobiernos deben tomar en cuenta que los costos de conservación son mínimos si se compara con sus beneficios, por lo que califica como una “gran inversión” los recursos destinados.

“Un objetivo para prevenir la pérdida de arrecifes de coral aportará por cada dólar gastado, al menos, 24 dólares en beneficios ambientales. Del mismo modo, los investigadores encuentran que reducir la pérdida futura de bosques a la mitad, probablemente resulte en alrededor de diez dólares de beneficio por cada dólar gastado”, explica en su estudio Lomborg.

Esto es de particular relevancia para Nicaragua, ya que alrededor del 25 por ciento del país está cubierto por bosques, según datos del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena).

“Los bosques no solo proporcionan madera y leña, sino también protección contra las inundaciones, ya que pueden absorber las lluvias intensas. También brindan experiencias de belleza para los residentes próximos a la zona, mientras atraen turismo, generando más beneficios. Al mismo tiempo los bosques en crecimiento absorben el dióxido de carbono del aire y lo fijan por décadas o incluso siglos, mientras que producen oxígeno. Y los bosques también proveen refugio a una enorme cantidad de especies de aves, animales y vegetales, que se encuentran especialmente en las selvas tropicales”, explica el director del Centro para el Consenso de Copenhague.

En este aspecto, la gerente general de Funica, María Auxiliadora Briones, dice que es importante que los gobernantes e instituciones tomen en consideración los beneficios que trae consigo la conservación de los recursos, mismos que van a generar más ingresos a la dinámica de crecimiento del país, pero que para ello es necesario un cambio de mentalidad.

Asimismo, enfatiza su llamado a las autoridades del Marena, a que realmente se mejore y cumplan las normativas.

LA EXPERIENCIA VECINA

El informe Agricultura y Cambio Climático, Economía y modelación que publicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) muestra declaraciones de la viceministra de agricultura y ganadería de Costa Rica, Tania López, quien compartió en un foro las experiencias que han empleado como país para adaptarse al cambio del clima.

“Hay una estrategia de cambio climático, que es liderada por el Ministerio de Ambiente y también tenemos una Política de Estado para la agricultura, que tiene un pilar muy claro de gestión agroambiental y de abordaje de cambio climático”, expresa la funcionaria en la publicación de Cepal.

También dijo que han desarrollado un sistema de pago por servicios ambientales, lo que les permitió aumentar la cobertura forestal y pasar de 25 a 53 por ciento con iniciativas del sector privado.

Para obtener resultados similares, según Briones, se requiere de gran participación y responsabilidad en la sostenibilidad de los recursos de Nicaragua y los intereses económicos de mediano y largo plazo.

EN CIFRAS
  • 72 áreas protegidas contabilizaba hasta 2011 el Sistema Nacional de Información Ambiental del Marena, equivalente a 3,085 millones de hectáreas.
  • 64 áreas terrestres han sido declaradas como protegidas hasta 2011, de las cuales ocho son marinas. Adicionalmente el Marena contabilizaba 58 áreas de reservas silvestres privadas en el país.
  • 10 dólares de beneficio se obtendría si los gobiernos y las empresas privadas invierten un dólar para la conservación de los bosques en Nicaragua, según el Centro para el Consenso de Copenhague.
UNA POLÍTICA

María Auxiliadora Briones, gerente general de la Fundación para el Desarrollo Tecnológico, Agropecuario y Forestal, afirma que cada día es más urgente una política que defina la inversión en tecnología y adaptación al cambio climático que se cumpla y que la entiendan todos los sectores de la sociedad, producción y el gobierno mismo para su correcto cumplimiento.

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COMENTARIOS

  1. Guillermo Turcios
    Hace 9 años

    Invertir en energia $olar , sistema de riego nacional , carros electricos y trenes electricos , reforestacion total de los rios ,lagunas y lagos , y sobre todo NO al canal, derogar la ley canalera para evitar la destruccion salvaje de nuestros recursos naturales. Nicaragua es un pais q es necesario que tenga mucha vegetacion y arboles para paliar las inclemencias climatologicas.

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