La violencia de género ha aumentado de forma progresiva en los últimos tres años en Nicaragua, según el Observatorio Nacional de femicidio, dijo Emely Schechter, encargada del programa del organismo Christian Aid.
Schechter señaló que el observatorio registra 229 casos de mujeres asesinadas en Nicaragua durante los últimos tres años.
Y en los primeros seis meses del año registra 34 femicidios, en el que destacó el mes de junio con seis femicidios. Al tiempo que indica que cada vez es peor la saña con que se cometen estos hechos.
Otra preocupación resaltada por Schechter es el hecho de que Nicaragua tiene el índice más alto de embarazos en adolescentes en toda la región “y es otra forma de la violencia hacia las mujeres, donde una tercera parte de los partos involucran a niñas entre 11 y 15 años”.
Christian Aid apoya el proyecto denominado Transformando nuestra masculinidad, que será impulsado en 21 municipios de 11 departamentos del país considerados los más afectados por la violencia, por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Fundación Luciérnaga y Puntos de Encuentro.
En estos lugares considerados con mayores índices de violencia sobresalen las Regiones Autónomas del Caribe, así como Jinotega, Matagalpa, Rivas y Managua, entre otros. Estas organizaciones anunciaron que con el proyecto promueven relaciones justas entre hombres y mujeres, para combatir la violencia tanto en el hogar como en la comunidad.
Según los organizadores, el proyecto incluye capacitación a líderes locales y de la sociedad civil, sobre el tema de violencia y en busca de relaciones justas.
Douglas Mendoza, de Puntos de Encuentro, explicó que trabajarán tanto con hombres, mujeres y niños, profesores, organizaciones locales y líderes comunitarios, así como con diferentes instituciones del Estado, “porque el tema de la prevención de la violencia es un tema que nos compete a hombres y a mujeres”.
“Esperamos disminuir la violencia hacia las mujeres (…), vamos a hacer talleres a nivel local, vamos a hablar con los líderes a nivel de la comunidad, para reflexionar cómo nos está afectando la violencia”, sostuvo Mendoza.
ESPACIOS DE DIÁLOGO
El proyecto cree que la prevención de la violencia debe involucrar a los hombres en acciones propositivas y proactivas, afirmó Emely Schechter.
Las organizaciones señalan que la violencia en el país se ha ido consolidando en gran parte por la cultura machista que condiciona las relaciones entre hombres y mujeres.
A esta situación de vulnerabilidad de las mujeres se suma el limitado conocimiento sobre el significado de la violencia contra las mujeres y sus derechos, pocos espacios de diálogo e intervención dirigidos a la niñez.
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