Acompañado por Román “Chocolatito” González, el presidente inconstitucional de Nicaragua Daniel Ortega inició su discurso conmemorativo al 36 aniversario del Repliegue táctico a Masaya, describiendo la multitud de personas que se hizo presente en la Plaza de las Victorias, en Managua, gran parte de ellos obligados por ser trabajadores de instituciones estatales.
Ortega se presentó en tarima con el boxeador nicaragüense y tricampeón mundial Román “Chocolatito” González, con la Secretaria del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, la primera dama Rosario Murillo; el magistrado de la Corte Suprema del Justicia, Rafael Solís; el jefe de la bancada sandinista, Edwin Castro; la alcaldesa de Managua, Daysi Torres; el secretario de la comuna, Fidel Moreno; el secretario del Frente Nacional de Trabajadores, Gustavo Porras; y personas que participaron en el Repliegue táctico hace 36 años, pocos días antes del triunfo de la Revolución Sandinista (19 de julio de 1979).
El presidente inconstitucional dijo unirse a la solidaridad de los diferentes países del Cono Sur de América que comparten políticas afines a las suyas: “El pueblo de Chávez y Maduro cuenta con la solidaridad del pueblo nicaragüense. El pueblo de Rafael Correa, de Ecuador, cuenta con la solidaridad del pueblo nicaragüense. El pueblo de Evo Morales, de Bolivia, cuenta con la solidaridad del pueblo nicaragüense. Y le decimos al pueblo de Cuba, al de Martí, de Fidel, del Raúl, que cuenta con la solidaridad del pueblo nicaragüense. ¡Y que Guantánamo sea de Cuba!”.
En ese pequeño discurso inicial de unos cinco minutos de duración, Ortega terminó diciendo: “Siempre somos solidarios. Con nosotros y con los pueblos del mundo. Queridas familias nicaragüenses: son las 4 de la tarde con 29 minutos y nos vamos para Masaya. ¡A marchar a Masaya!”
MURILLO: “NICARAGUA ES SEGURA”
Por su parte, Rosario Murillo exclamó segundos antes que Ortega hablara: “¡Que viva Daniel! ¡Que viva Daniel!”, y dijo después del discurso a medios oficialistas de televisión que Nicaragua, pese al brote de violencia extrema y asesinatos que han mermado la tranquilidad en diferentes departamentos, “está cambiando”.
“Somos un pueblo tranquilo. Seguro. Lleno de esperanzas”, añadió.