Ashlye Izamar Molinares es tímida, de poco hablar. Eso sí, se le ve tranquila y alegre. No descuida su vestuario ni su imagen.
Para muchos su descripción podría ser como la de una típica adolescente, hasta que su historia sale a la luz.
Amputada de la pierna izquierda, la semblanza de Ashlye no desvela las batallas que le ha tocado vivir desde sus 11 años. Al contrario, la hicieron fuerte y cuando habla muestra sinceridad y valentía.
¿Querés saber su historia? Aquí Entre Nos te lo decimos.
EJEMPLO A SEGUIR
Todo transcurría normal en la vida de Ashlye. Escuela, amigos, familia, diversión, todo. Fue en el 2009 cuando le diagnosticaron cáncer en la rodilla. La noticia más impactante que pudo recibir no solo a ella, sino toda su familia.
Un giro rotundo llegó a su vida. Desistió de los estudios para viajar a Brasil a que le trataran su rodilla izquierda. Ahí, la operaron para conservar el miembro, le introdujeron una prótesis. Siguió con las quimioterapias y tratamientos ligados a sus ganas de vivir.
Pero la lucha aún seguía. En el 2011 los doctores le informaban que el cáncer volvió a atacar el mismo lugar y la solución era la amputación.
“Era tanto el dolor que preferí que me quitaran la pierna”, expresa Ashlye. “Al principio me dio depresión pero sabía que tenía que seguir. El apoyo de mi familia, amigos y la fe de que todo iba a salir bien al final del camino me ayudó”, añade.
Si de guerrera se trata, esta adolescente se lleva el premio. En el 2013 un nuevo cáncer de pulmón la tumbó.
“A pesar del cambio drástico he cambiado para bien. La persona no debería hacer una tormenta en un vaso de agua porque hay cosas difíciles en la vida y lo que se debe hacer es sobrellevarlo y caminar hacia adelante”, aconseja esta chica amante de la lectura.
Con dos operaciones realizadas en su pulmón y sintiéndose bien, Ashlye confiesa que su día perfecto sería una reunión con sus amigos y seres queridos en una piscina al aire libre, acompañado de su libro favorito.
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