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Los escritores Salomón de la Selva junto a Fernando Silva en París. FOTOS: LA PRENSA/ARCHIVO.

Salomón de la Selva o el soldado poeta

En el año 1918, poco antes de que finalizara la Primera Guerra Mundial, Salomón de la Selva se alistó como soldado raso voluntario bajo las banderas del rey de Inglaterra, Jorge V.

Al embajador de Francia, don Antoine Joly, por su iniciativa de patrocinar la edición bilingüe de El soldado desconocido.

En el año 1918, poco antes de que finalizara la Primera Guerra Mundial, Salomón de la Selva se alistó como soldado raso voluntario bajo las banderas del rey de Inglaterra, Jorge V. Las experiencias en el campo de batalla en tierras de Flandes, inspiraron a Salomón los poemas que dieron contenido a El soldado desconocido, escritos en Nueva York en 1921 y publicados en 1922 en la ciudad de México, con portada dibujada por el gran pintor mexicano Diego Rivera. Con los poemas que componen El soldado desconocido se inicia entre nosotros la nueva poesía, la poesía moderna, que supera el modernismo de Darío e inaugura lo que más tarde se conocería como literatura de vanguardia.

En este libro Salomón aprovecha las experiencias de la nueva poesía norteamericana (lenguaje coloquial, el feísmo, el exteriorismo, el prosaísmo y el verso libre) y las introduce en la poesía española.

Especial de Salomon de la Selva 12/junio/2007 Escaneo LA PRENSA

Sin embargo, antecedentes de estas innovaciones se encuentran en la poesía de Rubén Darío, particularmente en su obra El canto errante. Afirma Stefan Baciu que “en el cuadro general de la poesía latinoamericana, El soldado desconocido es un libro impar”… …“Este poemario —escribió en 1954 el crítico Octavio Trías Aduna—, ha influido más poderosamente, de lo que quisieran confesar, en muchos poetas contemporáneos”.

LE NEGARON MÉRITO LITERARIO

Como todo libro innovador, El soldado desconocido provocó muchas controversias. Algunos le negaron mérito literario y otros pusieron incluso en duda que Salomón realmente haya estado en las trincheras de la guerra. Lo que nadie pudo negar es el carácter inaugural del libro, donde encontramos poemas en los que se funden una extraordinaria delicadeza y una gran sencillez formal, que no les impide transmitir una honda emoción estética y hacer gala de una riqueza metafórica.

Octavio Paz atribuye a Salomón la introducción en la poesía hispanoamericana del prosaísmo y del coloquialismo. “En su poesía confluyeron la corriente del modernismo hispanoamericano y el surgiente río de la vanguardia”, comenta el crítico Miguel Ángel Flores. En México así lo reconoce José Emilio Pacheco cuando dice que “con este libro se funda nuestra vanguardia”.

LAS CINCO JORNADAS DEL POEMARIO

El soldado desconocido está dividido, en léxico militar, en cinco Jornadas. La primer Jornada se intitula Voluntario romántico. En ella el poeta narra las circunstancias de su enrolamiento en las filas del ejército inglés. Ya en el prólogo Salomón había explicado que prefirió ir a la guerra, “bajo la bandera del Rey don Jorge V, enseña que fue de la madre de mi padre”, refiriéndose a su abuela paterna, la dama inglesa Teresa Glenton.

Especial de Salomon de la Selva 12/junio/2007 Escaneo LA PRENSA

En el poema Testamento, con que se inicia el poemario, Salomón nos dice

… “que un día
se estremeció mi barro de antigua bizarría
hispana, inglesa e india, mis tres sangres, y tuve
un coraje de siglos y de razas y de
saber ser mar, volcán y roca y río y nube
por orgullo y nobleza y por gracia y por fe!”

Sabe bien el poeta que su aventura romántica puede llevarle a la muerte. Nos dice en el siguiente poema:

“La Muerte afina su violín,
la Muerte dice: ¡voy a tocar
una danza vieja que no tendrá fin,
en el aire, en la tierra y en el mar!”

Y si la Muerte lo arrastra en su danza, Salomón dice:

“En el aire mi alma va a ser una flor.
En el aire mi alma lo va a perfumar,
El olor de mi alma será el del amor”.

La Jornada Segunda narra el momento de la inscripción de los reclutas que van diciendo el oficio que ejercían antes de ingresar en el ejército. Vergüenza es uno de los poemas más difundidos de la colección:

“Todos han dicho lo que eran
Antes de ser soldados;
¿y yo? ¿yo qué sería
que ya no lo recuerdo?
¿Poeta? ¡No! Decirlo
me daría vergüenza”.

En Cantos, el poeta teme morir ahogado en el Mar del Norte, que necesariamente tiene que atravesar para entrar en combate en tierras de Flandes:

“Mar del Norte, Mar del Norte
Si en ti me ahogo
**********
¡déjame la carne blanca
y los cabellos de oro!
Mar del Norte, Mar del Norte,
si en ti me ahogo,
haz de cuentas que te han echado
un manojo de heliotropos,
¡que blanca tengo la carne
y los cabellos de oro!”

A partir de la Tercera Jornada, el poeta simula el género epistolar para narrar lo que le va sucediendo en el frente de guerra. En la Primera Carta describe la despedida de la tropa en la estación del tren, donde la banda no deja de tocar hasta partir el tren:

“En la estación nos besaron las muchachas
Yo creo que llovía”.
“Nos embarcamos quién sabe en qué puerto
muy entrada la noche
la travesía fue desesperante.
********
Estamos impacientes por entrar en batalla
y relinchamos como jóvenes potros”.

Al poco tiempo ese entusiasmo se transforma en horror:

“He visto a los heridos:
¡Qué horribles son los trapos manchados de sangre!

A este poema desolador, le sigue el quizás más hermoso, más conocido y difundido de sus poemas, incluso musicalizado por Ofilio Picón, La Bala. “La Bala es acaso el texto vanguardista que ofrece la mayor complejidad metafórica de su tiempo”, señala Julio Valle Castillo.

El sentido humano que prevalece en todo el poemario lleva al poeta a confesar que ya no le tiene odio al enemigo:

“Aquí estamos nosotros,
allá está el enemigo…
de tiempo en tiempo
nos cambiamos un tiro
nosotros disparamos entre risas
………………………………………
Lejos de tenerle odio,
como que voy queriendo a mi enemigo”.
(Curiosidad)

Aún en la trinchera, y en pleno combate, el poeta, gracias a sus metáforas, transforma los artefactos bélicos en inofensivos pájaros:

“Porque me parecieron
pájaros que volaban las granadas,
golondrinas de los atardeceres”…
(Granadas).

La trinchera llena de gas lanzado por los “boches” le muestra al poeta lo terrible de la batalla y su fealdad:

…cuántas veces hundiéndose en charchas putrefactas
y al alargar la mano sobre el suelo
metiéndola en la boca de un cadáver!…
(Comienzo de la batalla)

Más adelante, el gas asfixiante le trae recuerdos de los olores de las frutas de su tierra:

“El gas que he respirado
me dejó casi ciego,
pero olía a fruta de mi tierra,
unas veces a piña y otras veces a mango
y hasta a guineos de los que sirven para hacer vinagre”…
(Granada de gas asfixiante).

La esperanza del poeta es salir con vida de aquella carnicería. Confía que su apego a la vida le haya mudado tanto para que cuando lo busque no lo reconozca la muerte.

Imagina que una carga a la bayoneta ha de ser como besar a su novia:

“Y jadeante después, al ver la sangre,
todo uno se acobarda como cuando
la novia llora si la besamos mucho”…
(Carga a la bayoneta).

La profunda fraternidad que hace florecer el peligro de muerte entre los soldados, lleva al poeta a dedicar una Elegía a su compañero muerto, uno de los más sentidos poemas del libro:

“Mi compañero ha muerto
la confusión en el asalto
nos separó un momento
¡Un momento, y ahora es para siempre!
Quiero estar solo,
escondido de todas las miradas
para decir mi queja”…

Nicaragua, la patria pequeña que tanto amó Salomón, no podía estar ausente del poemario. En Noticias de Nicaragua, el poeta imagina la reacción de sus compatriotas cuando se enteraron que un soldado nicaragüense se encontraba en las trincheras de la Primera Guerra Mundial:

“Puesto que Nicaragua entró en la guerra
lo justo es que el Obispo diga misas
por el triunfo de las armas aliadas”.
“Pero cuando supieron
que venía a la guerra yo,
nicaragüense,
a pelear por Nicaragua
los beatos,
y los discutidores en público,
y los hacedores de versos,
convinieron en que yo estaba loco”.

Es curioso que este soldado voluntario se pregunte por qué no le llega la muerte:

“La muerte que espero, ¿qué hará que no viene?
Hace tiempo la aguardo: olvidado me tiene”.

El poeta imagina la Paz como una mujer bella, pero traicionera, que al ser negociada atendiendo a mezquinos intereses, siembra las semillas de la guerra y la muerte:

“Es una mujer bella
que ríe en los trigales verdes
y se duerme desnuda entre los surcos
de los campos dorados”.

El poema que cierra el libro Última Carta, lleva una posdata donde Salomón pone todas sus esperanzas en la América tropical, que “dará al mundo los mejores poetas, los mejores pintores y los mejores santos. Como tengo que hacer de centinela no me queda tiempo para dilatarme ahora en explicaciones. Basta una: el sol. ¡Me voy a ver la noche hasta que salga el sol. Vale”.

Especial de Salomon de la Selva 12/junio/2007 Escaneo LA PRENSA

Romance y juventud

Salomón de la Selva nació el 20 de marzo de 1893 en León, Nicaragua, hijo del abogado Salomón Selva, quien luchó contra la dictadura de José Santos Zelaya. Contando apenas 12 años su padre fue arrestado y condenado a prisión, y Salomón se presentó ante el presidente Zelaya durante una visita de este a León y le ofreció un discurso recordándole los derechos del hombre y del ciudadano siendo del agrado del presidente, por el que Zelaya ordenó la libertad de su padre y le ofreció una beca para estudiar en los Estados Unidos, a donde se marchó contando con tan solo 13 años de edad.

Estudió en el Williams College en Williamstown, Massachusetts, donde más tarde trabajaría como profesor de español.

En el invierno de 1914-1915 conoce personalmente a Rubén Darío en Nueva York, a quien acompañó a una conferencia recital ofrecida en la Universidad de Columbia el 4 de febrero de 1915.

En 1918 publica en Nueva York su primer libro de poesía: Tropical Town and Other Poems, escrito en inglés. Durante estos años frecuentó los círculos literarios de poetas jóvenes neoyorquinos, entre los que se encontraban Stephen Vincent Benét y Edna St. Vincent Millay, esta última con quien se relacionó románticamente.

Poesía

1918
Tropical Town and Other Poems.
1919
A Soldier Sings.
1922
El soldado desconocido.
1947
Evocación de Horacio, Canto a Mérida de Yucatán en la celebración de sus Juegos Florales.
1954
La ilustre familia.
1955
Canto a la Independencia de México.
1957
Evocación de Píndaro
Acolmixtli Netzahualcóyotl.
PÓSTUMA
1968
Sandino.
1969
Antología poética.
1974
Versos y versiones nobles y sentimentales.
1982
Antología poética.
1993
Antología mayor.

Cultura Poeta Salomón de la Selva archivo

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COMENTARIOS

  1. A Salomon de la Selva
    Hace 9 años

    Salomon se perdio en Nueva York/ Entre rascacielos escribio sus versos
    con amor/ para rescatar lo que habia perdido en Nicaragua/ Y conocerse
    mejor quien era el en este mundo/.

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