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El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua presta servicio desde hace 79 años. El presupuesto estatal que reciben es muy precario, no alcanza para cubrir los gastos de operaciones, que rondan los diez millones de córdobas anuales. LA PRENSA/L. VILLAGRA

El “vicio” de servir

Pinguinana está atento a cualquier movimiento en el cuartel del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua, frente al estadio nacional.

Pinguinana está atento a cualquier movimiento en el cuartel del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua, frente al estadio nacional. Si el camión cisterna sale al frente, Pinguinana se cruza con pericia a la calle de doble carril y si suena el timbre, que avisa de una emergencia en la estación, Pinguinana, el perro criollo, ladra y mueve el rabo, así avisa a los bomberos que hay que salir a atender una emergencia.

Desde que alguien marca al número gratuito 120 para reportar alguna emergencia y los operadores del puesto de mando la confirman, en cuestión de segundos, va corriendo el tiempo de atención para los miembros del BCBM.

En un turno de 24 horas esta institución saca su ambulancia del cuartel en promedio unas 16 veces para atender a gente grave en algún accidente de tránsito, rescatar a personas o animales en peligro o para atender la emergencia natural de los bomberos: sofocar las llamas de un incendio en cualquier parte de la capital.

Solo el año pasado, el BCBM atendió cuatro mil emergencias en la capital, según cifras de la institución.

Christofer Alexander Pérez, uno de los bomberos que esta tarde de martes está en la estación, cuenta que Pinguinana fue rescatado por ellos hace un año y se quedó allí en la estación. “Ahora es parte de la unidad de rescate”, cuenta Pérez, uno de los bomberos más jóvenes, quien se integró hace seis años a este cuerpo de voluntariado.

DESDE MUY JÓVENES

La institución benemérita cuenta con 154 bomberos voluntarios, de los cuales 24 son permanentes, según explica el capitán Gabriel Fuentes, quien entró a la institución cuando tenía 17 años.

La mayoría de los bomberos del Benemérito Cuerpo entran a la institución siendo adolescentes, casi rozando la infancia.

El comandante Félix Téllez, uno de los más antiguos del BCBM, entró a los bomberos el día que cumplió 12 años. En su familia había otros bomberos, así que no le costó sucumbir al encanto del cuartel y a la adrenalina de salir a socorrer a otros.

Los cursos para bomberos se abren dos veces al año, duran cuatro meses y medio. La mayoría de los aspirantes se convierten en bomberos voluntarios.  LA PRENSA/L. VILLAGRA
Los cursos para bomberos se abren dos veces al año, duran cuatro meses y medio. La mayoría de los aspirantes se convierten en bomberos voluntarios.
LA PRENSA/L. VILLAGRA

Téllez recuerda que la primera atención en la que participó fue un incendio en Ciudad Jardín.

Gabriel Fuentes, en cambio, recuerda que él iba con muchos nervios a su primera emergencia que fue un incendio que afectó a una casa de Linda Vista. En esa primera incursión los bomberos van inyectados de adrenalina, pero también con nervios, en el curso básico de entrenamiento aprenden que la atmósfera de un incendio es agresiva. Van con una idea, pero nunca saben lo que van a encontrar en la escena del siniestro.

Cuando a Fuentes lo llamaron el 31 de julio del 2008 para avisarle del incendio en el Mercado Oriental, no imaginaba que apagar las llamas que chamuscaron los tramos iba a implicar un trabajo imparable de 36 horas. En esa jornada extenuante participaron más de cien bomberos y personal de distintas instituciones de emergencia.

Para los bomberos también fue inolvidable el desastre que ocurrió hace menos de un año en el barrio 18 de Mayo, donde el derrumbe de una pared aplastó a diez personas.

DOS CURSOS AL AÑO

Fuentes, quien ahora se encarga de la escuela de bomberos, explica que los aspirantes a bomberos reciben un curso de cuatro meses y medio en los que se capacitan en resolver tres emergencias: atención de incendios, prehospitalaria y rescate vertical, el que se hace con cuerdas.

Al contar sus propias historias, tanto Fuentes como Téllez describen cómo la institución benemérita despertó en ellos su vocación de servicio y los ha atrapado durante muchos años.

El comandante Téllez, quien se convirtió en un niño bombero en la década de los setenta, lleva 45 de sus 56 años vinculado a esta institución. En cambio Fuentes, de 25 años, lleva ocho trabajando con esta organización humanitaria.

Por el carácter voluntario, muchos de los bomberos se dedican a otras actividades. Muchos son profesionales. Fuentes es abogado y trabaja en la Corte Suprema de Justicia, pero comenta que si de él dependiera sería bombero de tiempo completo.

NECESITA AYUDA

Pese al carácter voluntario y a la respuesta sin interrupción, el BCBM enfrenta muchas limitaciones para trabajar.

“El BCBM necesitaría ochocientos mil córdobas mensuales, lo que debería ser un presupuesto de casi diez millones de córdobas anuales que le permitirían realizar sus operaciones; sin embargo, en la actualidad recibe del Gobierno un millón de córdobas por año, con lo que solamente cubre el combustible anual para atender emergencias”, explica el comandante Roberto Mejía, asesor de la junta directiva de la institución. “El BCBM debe recurrir a su propia gestión ofreciendo servicios de prevención y capacitación al sector privado para cubrir en parte el déficit con el que opera todos los años”.

El déficit presupuestario se palpa en el estado de las instalaciones y los equipos. Los vehículos para atender las emergencias son de los años ochenta, con múltiples problemas mecánicos. Una de las cisternas, que conservan como una reliquia, es de 1936, le dicen “la panzona”, todavía funciona, pero no la usan para extinguir incendios.

El 36 por ciento de las emergencias  que atienden los bomberos del Benemérito Cuerpo son incendios, pero muchos de sus vehículos están embancados en talleres.  LA PRENSA/L. VILLAGRA
El 36 por ciento de las emergencias que atienden los bomberos del Benemérito Cuerpo son incendios, pero muchos de sus vehículos están embancados en talleres.
LA PRENSA/L. VILLAGRA

“En el área de taller varias unidades se encuentran embancadas por falta de recursos para comprar repuestos. La covacha, donde descansan los bomberos, no presta las condiciones por su alto deterioro, carece de un buen sistema de ventilación e iluminación”, describe el comandante Mejía a través de una nota de prensa y agrega que el deterioro también es visible en los trajes térmicos y el resto de equipos de los bomberos.

154
bomberos integran el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua. Veinticuatro de ellos son permanentes, la mayoría son voluntarios que sacrifican sus horas y fines de semana para atender emergencias en la ciudad.

Con el don de ubicuidad

Los bomberos voluntarios parecen multiplicarse a lo largo de un día. Lo mismo corren para atender un incendio o para rescatar a un animal Una mañana acudieron a un barrio donde les informaron que había un perro de raza rottweiler suelto y la gente estaba con miedo. Cuando llegaron el animal había sido puesto a salvo por sus dueños. En recompensa, el propietario les regaló a los bomberos una hija del can. Los bomberos creen que tienen un gran reconocimiento “moral” de la población por el servicio que prestan; sin embargo, en este momento ellos, que ayudan las 24 horas del día los 365 días del año, también necesitan de colaboración económica para continuar operando.

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COMENTARIOS

  1. ayda
    Hace 9 años

    Excelente labor, bien por los que tienen ese ánimo de servir, pero, honestamente deberían limitar a los diputados de sus salarios ostentosos y morbosos; y dar un salario digno a éstos héroes anónimos. Felicidades amigos bomberos

  2. fernando cruz
    Hace 9 años

    solo deseo saber como colaborar aunque sea un poco pero tengo deseos de hacerlo

    1. Juan carrion
      Hace 9 años

      Hola, soy Bombero Voluntario de esa estación
      Si deseas colaborar yo te puedo ayudar a contactarte con nosotros

  3. Jorge Vargas P.
    Hace 9 años

    Los verdaderos héroes existen y corren en ayuda de todos cuando se les necesita: los bomberos. Sería oportuno realizar una campaña de concientización entre la población y la empresa privada para ayudar a los que nos ayudan siempre. Una colecta nacional o apadrinamiento empresarial permanente. El gobierno debe aumentar el presupuesto a esta noble institución.

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