Salvador Dubois es una leyenda del futbol nicaragüense. Sus reflejos felinos, dominio de su área y personalidad en la portería, le permitieron una prolongada y exitosa carrera en el futbol hondureño, donde fue catalogado uno de los mejores arqueros que había pasado por la Liga catracha en su historia.
Dubois murió el pasado sábado, tras ser derrotado por un cáncer en el hígado, pero su inmensa carrera deportiva será recordada en el país y en Honduras. Él fue un jugador que escribió con letras de oro varias hojas de la gloriosa historia del Motagua, destacó el club en una nota de su página web sobre Dubois, quien militó ahí seis campañas.
UN GRAN JUGADOR
Jugando para el Santa Cecilia en el Torneo de Campeones Centroamericanos, Raúl Suazo, del Olimpia de Honduras, le propinó a Dubois una patada en la cabeza que lo dejó inconsciente por tres días. El hecho provocó que el presidente de la República en ese momento se interesara por su salud y gestionó su viaje de regreso, el cual fue registrado cuando bajaba del avión en una camilla.
Dubois fue miembro de la Selección Nacional que doblegó 2-1 al equipo Estudiante de la Plata de Argentina en un partido amistoso el 9 de enero de 1966. Sus más grandes logros los obtuvo jugando profesionalmente en el futbol hondureño de 1968 a 1974.
El exportero nica fue el primer nica en jugar en Honduras y uno de los mejores porteros que ha pasado por ahí. Fue campeón en los torneos 1968-69, 1970-71 y 1973-74 y el portero menos goleado en la campaña 1970-71. La prensa hondureña lo nombró Mejor Arquero del Año por tres años consecutivos.
El nombre de Dubois inspira respeto en Honduras y sobre todo en Matagua donde es parte de su historia. Gracias a sus oportunas intervenciones empataron 2-2 contra el Lokomotiv de Moscú en un amistoso el 7 de junio de 1970, entre otras actuaciones contra Werder Bremen de Alemania, Santos de Brasil y Peñarol de Uruguay.
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