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Hugo Torres Jiménez

Salvemos a la Policía

Tenemos que buscar la forma de salvar a la Policía de su debacle total; sí, a la Policía de la cual nos enorgullecíamos por su profesionalismo, altos valores morales y una ética a toda prueba. A la Policía que construimos sobre la sangre de miles de nicaragüenses, de un lado y del otro; esa Policía insobornable, cercana a la gente, que nos protegía de la delincuencia; a esa institución a la que le profesábamos cariño y respeto porque la sentíamos nuestra, a la que le quedaba como traje a la medida el calificativo de “Policía del Pueblo”.

Creo que la mejor manera de ayudarle a evitar irse al abismo profundo de la corrupción y la ignominia, es siendo críticos severos de sus faltas, actuaciones abusivas, violaciones de los derechos humanos y acciones criminales en que incurran sus miembros; no debemos dejarle pasar ni una sola arbitrariedad ni acción que se salga del marco legal y el decoro que está obligada a guardar de forma permanente, denunciándolas de forma oportuna, serena y objetivamente.

Actuaciones inaceptables de oficiales y miembros policiales que hace algunos años podrían haberse calificado como hechos aislados, hoy se han vuelto recurrentes hasta llegar a convertirse en cotidianas y habituales; tales actuaciones debemos considerarlas repudiables e inaceptables desde todo punto de vista. Cuando tales actuaciones no se investigan ni se castiga a los culpables oportuna y ejemplarmente, no se le hace justicia a las víctimas y se siembra desconfianza, temor y odio hacia la institución. Peor aún, cuando los policías autores, cómplices y encubridores de faltas y delitos graves no son capturados, juzgados y condenados con apego estricto a la ley, entramos en un derrotero de imprevisibles y graves consecuencias para la seguridad ciudadana y para la paz de la nación.

Son incontables los abusos y delitos cometidos por miembros y unidades policiales, a lo ancho y largo del territorio nacional, que habiendo sido denunciados y comprobados, por ciudadanos, organizaciones comunales, religiosas, partidos políticos y de la sociedad civil, no han sido debidamente investigados por la jefatura policial y en consecuencia han quedado en una impunidad que da escalofríos.

Debido a los altos grados de corrupción que imperan en el país y a la colusión entre la policía, fiscalía y poder judicial, instituciones llamadas a investigar e impartir justicia, pero subordinadas todas a los intereses de la familia en el poder, delitos y crímenes de toda especie cometidos por miembros de la primera y por las fuerzas de choque y miembros del partido de la pareja Ortega Murillo quedan, en la mayoría de los casos, sin ser investigados y por tanto sin que a los malhechores se les imponga el castigo debido.

Crímenes como los de El Carrizo, departamento de Madriz, cometidos por un secretario político del partido de Gobierno y policías, incluyendo a un alto oficial, en 2011; abusos cometidos en la estación policial de Nueva Guinea en contra de mujeres indefensas; la agresión de fuerzas de choque del orteguismo, con la abierta complicidad de policías presentes, sufrida por jóvenes que se solidarizaban con los ancianos que reclamaban su pensión y el robo de siete vehículos, computadoras y otros bienes pertenecientes a estos jóvenes, en junio de 2013; las agresiones salvajes en contra de campesinos de El Tule, Rivas y otros poblados, que protestaban en contra de la Ley del Canal; los crímenes de Ciudad Darío; la vapuleada irracional que sufrieran ciudadanos, incluidos diputados opositores, el miércoles 8 de julio recién pasado, por el simple reclamo de elecciones libres, justas y transparentes; la denuncia de violación de una joven retenida en una estación policial en Managua, por parte de un comisionado; la muerte “inexplicable” en las celdas policiales de Somoto, de Harold F. Flores B. de quien sus familiares y otros reos afirman que murió a causa de la golpiza propinada por policías; la agresión al empresario Milton Arcia; la muerte en Sébaco, del joven Donald Gabriel Salgado, asesinado por un oficial después de haberlo capturado; la acusación realizada este mes de julio por Natanael Bustillo F. sobre la tortura realizada a este en San Carlos, al cual una oficial le lanzó ácido de batería a los genitales, mientras el resto de policías se reían de tan abominable acción; la inaudita criminal acción policial realizada la noche del sábado 11 de este mes de julio, que dejó varios civiles muertos y heridos, incluidos niños de la familia Reyes Delgadillo, en el sector de Las Jagüitas, son algunos ejemplos. Son muchísimas más las denuncias de esta naturaleza, pero solo señalamos algunas a manera de muestra. Organismos defensores de derechos humanos como el Cenidh, CPDH, ANPDH, así como la Iglesia católica, han recogido y documentado estas denuncias.

A pesar de que pareciera que todo está perdido, dado el grado de descomposición y sometimiento a los intereses de la familia en el poder, sabemos que hay muchos oficiales en esta institución que no comulgan con estas prácticas y que en su interior se resisten a ser arrastrados hacia un escenario de confrontación con la población honrada y trabajadora a la cual se deben. Al resto de la sociedad, incluyendo a miles de veteranos combatientes de aquel FSLN que encabezó el derrocamiento de la dictadura somocista, nos corresponde seguir denunciando, rechazando y exigiendo justicia ante los atropellos del régimen y el empleo de la policía como verdugo de los sectores más desprotegidos de la población y de los ciudadanos que defendemos la democracia y el estado de derecho. Luchemos para que la policía vuelva a ser nuestra Policía Nacional y no la policía política de un régimen dictatorial, violador de los derechos humanos y los derechos civiles de los nicaragüenses. Tenemos que lograrlo, sino el futuro será devastador y nadie estará a salvo; ni los de un lado ni los del otro.

El autor es general retirado, diputado del MRS en el parlacen.

Opinión Policía de Nicaragua seguridad archivo

COMENTARIOS

  1. jose m. fernandez.
    Hace 9 años

    Es muy tarde,esta “institucion”nacional tiene fama de estar podridita desde hace mucho tiempo,aunque dentro de sus filas existen mujeres,y hombres buenos,y dignos de respeto,predominan con mas fuerza los corruptos,q’ pudren todo con solo tocarlo.Hay q’ ser realistas,y existe la urgencia de destituir sus rangos y desbandarla en su totalidad,sustituyendola con una verdadera institucion apolitica,transparente,q’ tenga una nueva dinamica con el pueblo,y marcada con verdadero respeto por este

  2. Nicaragüegüense.
    Hace 9 años

    ¿Tendremos oficiales dentro de la policia dispuestos a salvar esa institución? Espero que aun tengamos oficiales honorables.

  3. chinto
    Hace 9 años

    Salvemos a Nicaragua.

  4. pedro
    Hace 9 años

    Como se puede salvar una Policia politica al servicio de una dictadura?

  5. Hace 9 años

    Espero que no me bloqueen mi comentario sobre el comandante Torres.
    Comanche Hugo Torres, estoy de acuerdo con Ud. Tenemos policías muy profesionales y que aman su institucion.Hay que reunir a estos policías y que sean ellos quienes Salven Su Alma Mater.

  6. Hace 9 años

    Están igual que la dictadura Ortega, bloquean la libre expresión pone do Noria en vez de mi nombre Boris.

  7. Hace 9 años

    Estoy totalmente de acuerdo con el comandante Hugo Torres. Hay policías muy profesionales, honesto que aman su institucion. Cordero, Domingo Gonzalez y muchos otros.

  8. elgueguense
    Hace 9 años

    Muchos de los señalamientos que hace el general Torres a la policía se le pueden aplicar a él mismo cuando estuvo al frente de la DID. Por eso e general Torres no tiene autoridad moral para acusar a nadie.

  9. Octavio Arguello
    Hace 9 años

    No nos olvidemos de la injusticia y arbitriaridades de los policias de transito “que nunca se equivocan”cuando arbitrariamente te “clavan” la multa impunemente.
    Estos policias tambien Deben ser corregidos y sancionados. Se hanconvertido en colectores fiscales abusan a diario de la paciente poblacion Nicaraguense que sin protestar aguanta todo cada dia mas sin protestar

  10. Norlin
    Hace 9 años

    En este comentario que hace este señor Torrez que por cierto fue fundador de esta policia sandinista como se va a salvar algo corrupto cuando fue creada por corruptos ,es mas no deveria existir policia ni ejercito con fines politicos al contrario no deveria existrir si decimos que es un pais de paz, bonito cuando es mentira, le haria unas preguntas: Por que renuncio? porque en los 80’s no dijo esta voca es mia?Porque atacaban a opositores en los…

  11. juvenal mairena
    Hace 9 años

    Esa es la Policia que todos buscamos. Porque? no la podemos tener? Porque? Hay que EDUCAR , solo educando la lograremos y no fanitazando .

  12. Celio Navuz
    Hace 9 años

    Los que mas deberian de estar preocupados son los comisionados, porque sobre ellos recae la responsabilidad, pero parece que estan soberbios y ciegos y no se dan cuenta que van rumbo al abismo.

  13. Hace 9 años

    Salvemos al Pueblo Nicaraguense,.. querras decir…!! Y; quien lo dice el tritemente celebre Hugo Torres, torturador del Chipote en sus tiempos dorados.

  14. Hace 9 años

    Estamos de acuerdo con el artículo.La unidad de los diversos sectores que desean un cambio de ruta,porque lo que tenemos actualmente nos conduce inexorablemente a desgracia inminente,es principio de salida al problema.No se puede pretender cambio de ruta sin tener un plan que muestre el camino,a seguir.Opinar es importante,pero debemos hacer cosas concretas.La unidad de los que no estamos de acuerdo con todo este desastre, por encima de los intereses que cada individuo tenga.Nicaragua primero

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