La fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán el fin de semana cobró sus tres primeras víctimas políticas, todos funcionarios del ámbito penitenciario y ningún responsable de primer nivel del gobierno de Enrique Peña Nieto.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, cesó al máximo responsable de los centros penitenciarios del país, a la coordinadora de las cárceles federales y al director del penal de máxima seguridad del que se escapó el narcotraficante, quien —dijo el funcionario— “tuvo que haber contado con la complicidad” de funcionarios de la prisión.
Los cesados, aclaró, son personas con relación “directa” con los hechos que “de entrada tenían algo que ver o mucho que ver y por eso se tomó la decisión”.
Osorio Chong, número 2 del gobierno mexicano, calificó la fuga como “un acto de corrupción, deslealtad y traición a los mexicanos”, pero limitó el alcance de esta corrupción al entorno de la cárcel y dijo que no era la hora de hablar de dimisiones.
“Los momentos de crisis no son para renunciar, son para enfrentarlos”, manifestó para después reconocer que “las acciones de algunos manchan los esfuerzos de todas las instituciones”.
El titular de Interior aseguró, no obstante, que “no habrá lugar para la impunidad”. “Todo funcionario público federal, estatal o municipal que haya participado en estos hechos será castigado. Caerán todos los involucrados en esta fuga”, sentenció.
750 CÁMARAS DE SEGURIDAD
Osorio Chong subrayó que el penal cumplía con certificaciones internacionales iguales a las que tienen penales similares de EE. UU. Indicó que disponía de 750 cámaras de video y 26 filtros de seguridad, entre otras medidas, y que elementos de la Policía Federal y del Ejército controlaban el perímetro carcelario.
Con “El Chapo” había, además, un “doble cuidado” con cámaras adicionales y un brazalete que registraba su ubicación dentro del penal, pero que no contaba con GPS porque esa tecnología no está permitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El dispositivo se desconectó al entrar en el túnel.
Osorio Chong garantizó que se cumplieron todos los protocolos de seguridad y que se activaron justo cuando el capo inició su huida, un momento que fue captado parcialmente por el sistema de monitoreo instalado en su celda, que solo tenía dos puntos ciegos para garantizar sus derechos.
CONSTRUCCIÓN DE TÚNEL DEBIÓ ALERTAR
Las excavaciones habrían hecho ruido, los constructores habrían necesitado planos y mapas y el escape se hizo desde el único lugar en el que las cámaras de seguridad no llegaban en la prisión más segura de México.
“¿Cómo se escapó ‘El Chapo’? Una sola palabra: corrupción”, escribió Alejandro Hope, exmiembro del servicio de Inteligencia de México en su blog El Daily Post.
“Escapó por un túnel de una milla (1,600 metros) de largo, lo suficientemente ancho como para que cupiera una motocicleta, y terminaba en uno de los pocos puntos ciegos en la prisión más segura de México. ¿Cómo se puede hacer eso sin un alto nivel de corrupción?”, señaló el especialista.
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