Cuando en cierta ocasión preguntaron al legendario pícher de los Bravos, Warren Spahn, sobre qué era lo más importante para tener éxito como lanzador, su respuesta pareció sencilla, aunque tenía una profundidad asombrosa: “Batear es hacer swing en el momento preciso. Lanzar es alterar esa sincronización”, dijo el eficiente zurdo.
Spahn sabía de lo que hablaba. Luego de una exitosa carrera de 21 años, 363 victorias y 13 campañas de 20 triunfos que lo llevaron al Salón de la Fama, demostró que era un experto en alterar el timing, aunque eso no sea tan sencillo a la hora de ejecutarse.
A esa tarea ha dedicado toda su carrera Erasmo Ramírez, cuyo sorprendente trabajo con los Rays de Tampa, ha comenzado a provocar admiración. Sin una recta poderosa como la de Vicente Padilla o una curva endemoniada como la de Denis Martínez, el rivense está basando su éxito en los ajustes constantes a su repertorio.
Extraído de Seattle al final del entrenamiento primaveral, Erasmo llegó a Tampa para hacer un par de aperturas, mientras Alex Cobb y Drew Smyly se reponían a dolencias aparentemente leves. “Luego de esos dos trabajos iría al bullpen y a lo sumo asumiría el papel de swingman (relevo largo o abridor ocasional)”, señala el columnista Kevin Antonevich.
Antonevich, un experto de SBNation, ofrece una perspectiva más amplia del giro dado por Ramírez, quien pasó de ser un lanzador con un amplio pero ineficaz repertorio, a ser un lanzador de dos envíos, pero que sabe usarlos inteligentemente. A la pausa del Juego de Estrellas, Ramírez tiene 8-3 y 3.63, con 66 ponches y 26 bases en 79.1 innings, en una actuación que ha superado cualquier previsión.
¡NO USAR LA CURVA!
De acuerdo con el análisis de Antonevich, antes del 2015, el 7.92 por ciento de los envíos de Erasmo eran curvas. Y pese a que ese disparo tiene 2.77 pulgadas de movimiento vertical y una brecha de 14 millas en velocidad respecto a su recta, solo el 28.57 por ciento de bolas bateadas eran rolas, cifra por debajo del 48.7 promedio de la Liga.
Es decir, que aunque la usaba poco, no le servía de mucho para obligar a batear por el piso o para ponchar. En cambio, los bateadores la aprovechaban tanto que resumían .597 de slugging ante ese disparo del nica. “Los Rays identificaron la curva como una debilidad en su arsenal y le instruyeron usarla lo menos posible”, dice Antonevich.
Por otra parte, antes Erasmo echaba mano de su cambio de velocidad esencialmente contra los zurdos. Ahora lo incluye en el menú contra los derechos y le genera un 41 por ciento de rolas. Eso es magnífico, si se considera que los lanzadores que usan a menudo el cambio logran un promedio de 30 por ciento de rolas con ese disparo.
EL FACTOR MALICIA
Otra deficiencia en el repertorio de Ramírez era que recurría a su slider con frecuencia. “Pero su slider tiene poco rompimiento vertical y su movimiento horizontal es debajo del average”, explica Antonevich. Sin embargo, de vez en cuando, lo utiliza, pero sabe dónde ponerlo, que es por lo general fuera o bajo en la zona de strikes.
El otro día, Erasmo enfrentó a Delmon Young, el veterano bateador de rectas que los Orioles dejaron libre la semana pasada. Le lanzó slider bajo pero en la zona. Luego otro fuera del plato. Regresó con otro slider adentro. Significa que el slider quedó establecido en la mente de Young. Y cuando se plantó a esperar su recta, Erasmo vino con cambio y lo dominó.
Después de eso, Ramírez volvió a su patrón de rectas y cambios, sus mejores armas a través de esta fantástica temporada. Quizá por ello fue que Spanh dijo una vez: los lanzadores necesitan dos picheos, uno es el que el bateador espera, y el otro es con el cual tú lo vas a cruzar”. Erasmo ha ido perfeccionando su habilidad día a día.
En la cresta de sus 24 años y con una mente que le permite lanzar más allá de su edad, lo mejor de Erasmo quizá esté por venir.
LANZA MAÑANA ANTE TORONTO
Erasmo Ramírez, quien ha concluido la primera mitad de campaña con un rendimiento por encima de las expectativas, vuelve a la colina mañana sábado ante los Azulejos y el derecho R.A. Dickey.
Ramírez tiene 8-3 y 3.63 luego de 20 partidos. Ha lanzado 79.1 innings, cede 62 hits, 32 carreras limpias, con 26 bases y 66 ponches. Ante Toronto en su carrera en las Mayores tiene balance de 1-1 y 6.88, por 13 carreras en 17 innings, con 22 hits, cinco bases y 13 ponches.
Ahora ha llegado el momento de descubrir si el repunte de Erasmo se debe a los ajustes que ha hecho, es una casualidad o en verdad, sus habilidades han cambiado como para mejorar su nivel.
MEJORA DÍA A DÍA
15-15 y 4.34 tiene Erasmo Ramírez en su todavía joven carrera en las Grandes Ligas. Antes de este año tenía 7-12 y 4.62, jugando para Seattle.
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